Antonio Cruz: "Para santear lo importante es tener ganas, que te guste y sentirlo"

07 de Febrero del 2016

Antonio Cruz Bujalance es un santero que a sus 41 años pondrá el punto y final a su trayectoria en el mundo de la santería, cumpliendo así su anhelo de ser manijero.
Este dependiente en un comercio de ferretería, que se estrenaba en el año 1994 en María Stma. de los Dolores “Servitas”, dedica su manijería a su amigo Santiago Cordobés, quien lo inició en este arte y del que recuerda charlas y consejos de santería.
En la sede de la cofradía del Amor y Paz, compartimos con el manijero de Ntro. Padre Jesús de la Crucifixión 2016 (http://paseillo.es/trono/ntro-padre-jesus-de-la-crucifixion-barrenillas/514), unos agradables momentos de tertulia, hablando entre otras cosas de su manijería.
 
 
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
 
RESPUESTA: Siempre he estado vinculado a la Cofradía del Amor, aunque no haya pertenecido a su junta de gobierno. Me gustan los pasos de esta cofradía, en especial Ntro. Padre Jesús de la Crucifixión. Han conseguido poner este paso tan hermoso en la calle y desde que lo estrenaron tuve ganas de solicitar la campana. Además quería ser manijero alguna vez y que mejor que de este paso.
 
P: Defínete a ti mismo como manijero.
 
R: Soy un manijero que deja a los santeros que se expresen como quieran en las juntas. Me gusta respetarlos. No soy un manijero serio, pero sí formal. Intento que la cuadrilla se lo pase lo mejor posible. Me gusta que los santeros vayan a las juntas a echar un buen rato.
 
P: ¿Qué pasos has seguido hasta ser manijero de Ntro. Padre Jesús de la Crucifixión?
 
R: Hace tres años, mis amigos sabían que yo quería ser manijero y se presentaron en mi casa. Allí tomamos unas copillas y me regalaron una campana. A partir de ahí escribí la carta. En principio pedí las Campanitas, pero salió este paso y cambié la carta. Tenía ganas de retirarme, porque esta será mi última santería y pensé que la mejor forma de hacerlo era siendo manijero. Solicité la manijería haciendo lo normal, mandé la carta y el pasado Sábado Santo por la mañana me llamó Antonio Alba, que entonces era hermano mayor. Me dijo que me habían otorgado la manijería. He colaborado en este tiempo en todo lo que he podido con la cofradía.
 
P: ¿Cuál es el motivo para retirarse a tu edad de la santería?
 
R: Uno va teniendo una edad. He santeado ya mucho. Desde que tenía 25 años no he parado. Creo que en los años que me quedan si ya no he salido en algunos santos no lo voy a hacer nunca, también se te van quitando las ganas. Quiero dejar mi sitio a los jóvenes que lleguen con ilusión.
 
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Por ambas cosas. Soy muy creyente, por lo que esta manijería es por devoción. Siempre me ha gustado la santería, así que por afición también.
 
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: He ido a casa de cada uno de ellos. He buscado a mis amigos, que son además buenos santeros.
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería?
 
R: Gracias a mi amigo Santiago Cordobés, que en paz descanse. Desde niño me ha gustado este mundo. Siempre he trabajado fuera y cuando llegaba la Semana Santa nunca estaba aquí. Cuando te pasa esto, te llega a gustar incluso más. Santiago Cordobés me dió para que saliera santeando mi primera vez en las Servitas. Desde entonces no he parado. Esta santería va dedicada a él.
 
P: ¿De dónde te viene esta afición?
 
R: Yo no tengo familia santera. A mis amigos siempre les ha gustado la santería y me han transmitido esta afición.
 
P: ¿Cómo ves la santería actualmente?
 
R: Creo que no pasa por su mejor momento. Hay juntas donde la gente no se respeta, y están deseando que llegue la hora de los “cacharros” para irse por ahí. No creo que así se respete la santería ni el significado de las juntas. Esto es algo que veo que está fallando últimamente. Los santeros terminan hartos de las santerías y abandonan esto. Antiguamente los santeros se hacían viejos santeando y ahora vemos que la gente se retira antes. También pienso que a la gente joven no le gusta esto como a nosotros. Esto de la santería no les cuadra.
 
P: ¿Qué criterio has seguido para dar los sitios a tus santeros?
 
R: He intentado dar el sitio que he visto más apropiado para cada santero. En mi contraesquina he puesto a la persona en la que más confianza tengo. Para ese sitio no creo que haya que buscar un hombre grande, si no un hombre de tu confianza . He buscado a personas con experiencia para las esquinas y demás sitios.
 
 
P: Algo en que harás especial hincapié para que salga como tú quieres el Martes Santo.
 
R: A mí me gustaría que nos encerráramos tal y como salgamos. Yo no pienso hacer “borricadas” ni nada, esta santería no es para eso. Les pido a mis santeros que nos encerremos tal y como salgamos.
 
P: ¿Qué punto del recorrido ves con mayor dificultad?
 
R: La Cuesta del Castillo. Es un sitio donde hay que ir bien puestos. La calle las Torres cuando se está encerrando también lo veo un punto complicado, porque es el último tirón.
 
P: ¿Y la parte que más te gusta?
 
R: La Cuesta del Castillo y la calle las Torres. Aún siendo los puntos más duros, son los que más me gustan.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: Hoy día creo que es fundamental. Un santero tiene que ir bien vestido, para eso tenemos a nuestras mujeres, que lo hacen tan bien.
 
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: No. Lo importante es que esto te guste mucho. Hay gente que físicamente son corpulentos y luego santeando dejan mucho que desear. Para santear lo importante es tener ganas, que te guste y sentirlo.
 
P: Algo que recomendarías al buen aficionado que no se pierda de tu santería.
 
R: A mí me gustaría hacer una Cuesta del Castillo que no se acabe cuando demos la vuelta. Me gustaría seguir andando hasta donde se pueda, hasta que las fuerzas nos dejen.
 
 
P: ¿Qué destacas positivamente de ser manijero?
 
R: Te das cuenta de cómo son verdaderamente las personas. Del que menos te esperas te encuentras que te ayuda y te echa una mano en todo lo que puede. Eso es lo más bonito que me estoy encontrando como manijero.
 
P: ¿Y algo negativo?
 
R: Esto tiene muchos rabiaderos de cabeza, pero cuando llegas a una junta se pasa todo.
 
P: ¿Cuál crees que es número apropiado de juntas?
 
R: Unas seis juntas es lo suyo, más es agobiar a la gente.
 
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de santería?
 
R: Desde la primera que se haga cuando estés metido en cuaresma. A partir de ahí veo bien empezar a decirle a tu cuadrilla lo que quieres hacer y cómo.
 
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas.
 
R: Mi amigo Santiago Cordobés era el que siempre me daba consejos de santería. Me decía que siempre respetara en las juntas a los mayores y que fuera un hombre de palabra, que si daba la mano eso iba hasta el final.
 
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean mas de una vez en Semana Santa?
 
R: Con los pasos que hay hoy día en Lucena, lo veo complicado. Antiguamente los pasos eran más llevaderos, pesaban menos y se podía hacer. Como está la cosa hoy por hoy, con que un santero haga una santería en condiciones ya es para quedarse contento.
 
P: Dinos una santería del Cristo de la Crucifixión que sea referente para tu manijería.
 
R: Me gustó mucho la de José Luis Crespillo.
 
 
P: ¿Qué crees que está ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy estén algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
 
R: Creo que nos estamos pasando con el peso de los pasos en Lucena. Los pasos a los que les cuesta encontrar manijeros, deberían pesar en la gente más joven que empiece en esto para que puedan llevarlos. Estos santeros deberían pasar de las procesiones infantiles a las procesiones grandes por estos pasos. Si eso pasara, no se quedarían encerrados.
 
P: Desde que un manijero te avía, hasta que queda el paso en los bancos se viven muchos momentos, ¿con cuál te quedas?
 
R: Cuando estoy santeando. Con un horquillo bien hecho. Se disfruta mucho cuando toca el manijero y miras a los que tienes al lado y sonríes porque se han hecho las cosas bien. Eso significa que la cosa va bien.
 
P: ¿Crees que en una santería tiene que ir todo pensado o dejar algo a la improvisación?
 
R: Bueno tú puedes tener las cosas muy pensadas, pero luego la calle es la que te dice qué puedes o no puedes hacer. Eso es lo bonito de la santería, que es improvisada.
 
P: Háblanos de tus tambores?
 
R: Mis tambores son Cristóbal el “Maripepo” , Jesús Granados y Aroca. A día de hoy creo que son los mejores tamboreros que hay en Lucena, a pesar de ser jóvenes. 
 
P: ¿Has hablado con tus tamboreros del paso del Cristo de la Crucifixión?
 
R: Mi idea es botarlo de atrás. No un botado fuerte como la Columna, ni mucho menos. Es un misterio y llevarlo sin moverlo no me gusta. Si van trabajando los de atrás da una sensación diferente. El misterio no representa una escena estática, representa a hombres en movimiento. Creo que hay que botarlo un poquito de atrás.
 
P: Un consejo que le darías a un santero que salga este año por primera vez.
 
R: Que sea humilde en la santería y que si le da la mano a alguien, que sea para siempre. Que lo haga todo con cariño y que cuando se meta debajo de la madera lo sienta de verdad.
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Quiero daros las gracias por esta entrevista. También quiero dar las gracias a mi cuadrilla y a toda mi familia. Gracias.
 
 
 
Foto: paseillo.es

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