Javier Córdoba: "Es bueno inculcar a una cuadrilla desde primera hora lo que quiere el manijero"

05 de Febrero del 2016

Javier Córdoba Parra es un santero que se ha criado en el Valle, suponiendo un orgullo ser el manijero de la Virgen por la que su abuela sentía gran devoción.
Este vendedor ambulante de 29 años que se estrenaba en 2012 en Ntra. Sra. del Valle,  pide a sus santeros que lo den todo el Miércoles Santo y por ello se lo recalca en cada junta.
En la puerta de la Parroquia de la Sagrada Familia nos reuníamos con el manijero de María Stma. de la Amargura 2016 (http://paseillo.es/trono/maria-stma-de-la-amargura/604) para  contarnos como está viviendo su manijería.
 
 
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
 
RESPUESTA: Esta cofradía es la de mi barrio, me he criado en el Valle. Me enteré que esta Virgen se quedó sin manijero y me animé a pedir la manijería.
 
P: Defínete a ti mismo como manijero.
 
R: Yo empecé en la juntas muy nervioso, demasiado nervioso. Poco a poco he ido asumiendo mi papel de manijero y se me han ido pasando lo nervios.
 
P: ¿Qué pasos has seguido para ser manijero de María Stma. de la Amargura?
 
R: Al enterarme que esta Virgen no tenía manijero, mandé la carta pidiendo la manijería en enero de 2015. A los pocos días de dar la carta me llamaron para decirme que me habían otorgado la campana. Desde entonces he colaborado en todo lo que he podido con la cofradía, lotería, paellas, cenas y todo eso.
 
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Por las dos cosas. Por afición, porque me gusta mucho la santería. Mi abuela que en paz descanse tenía mucho con esta cofradía y en cierta parte nos lo inculcó a nosotros. Por ese motivo, también por devoción.
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: Mi cuadrilla la forma un puñado de buenos amigos que son santeros. He aviado a mis amigos, que para mí son los mejores santeros. He ido en busca de ellos donde ha encartado, no los he aviado a todos en sus casas.
 
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería?
 
R: Desde chico me ha gustado la santería. Por problemas en una pierna no me atrevía a santear. Cuando me operé, mis amigos me dijeron de salir. En 2012 un gran amigo mío me avió para salir de esta misma iglesia, en la Virgen del Valle. Desde entonces cada vez que he podido he santeado.
 
P: ¿De dónde te viene esta afición?
 
R: En mi casa nunca ha habido santeros, pero a mi siempre me ha gustado esto. Ahora, sin embargo, en casa de mi mujer si hay muchos aficionados a la santería y la verdad es que estoy aprendiendo mucho. Ellos me van guiando por donde tiene que ir todo. Estoy muy contento de tenerlos a ellos para que me aconsejen.
 
P: ¿Cómo ves la santería actualmente?
 
R: La veo bien y mal. Es una pena que pasos “sin nombre” hoy en día se queden encerrados, habiendo santeros como hay. Con cuatro duros y cuatro amigos se saca cualquier santo, lo que hay es que querer. Yo no soy santero viejo ni experimentado, pero muchas de las cosas que estoy viendo son una pena. Por ejemplo que la Cofradía del Carmen, siendo una de las cofradías más antiguas de Lucena, no encuentre manijeros para algunos de sus pasos. En esto tendríamos que estar todos, un día por el grande y otro por el chico. Al que le gusta la santería sale en cualquier santo, no en solo en los “grandes”.
 
P: ¿Qué cambiarías de la santería?
 
R: La verdad es que en la santería está todo inventado. Por eso mismo no cambiaría nada.
 
P: ¿Qué criterio has seguido para dar los sitios a tus santeros?
 
R: Para los sitios de mayor responsabilidad he pensado en la gente experimentada, que sabe mucho de santería y que va a mirar por mí. He intentado dar los sitios de la mejor forma, para que este barco vaya a buen puerto.
 
P: Algo en que harás especial hincapié para que salga como tú quieres el Miércoles Santo.
 
R: Quiero que mis santeros lo den todo, desde que salgamos hasta que nos encerremos. Esto quiero recalcárselo mucho a mi cuadrilla, para que todo salga bien.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: Ni mucha ni poca. Cuando un santero se mete bajo la madera tiene que saber a dónde va. Hay muchos que no lo saben y van a pasar el rato. Que un santero vaya más bonito o más feo no quiere decir que vaya haciendo menos o que no puede.
 
 
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: No. Solo tiene que gustarle y poner empeño en hacerlo bien. Con que le guste la santería vale. Es igual que cualquier trabajo. Si te gusta tu trabajo, pondrás todo el empeño del mundo en querer hacerlo bien, si no te gusta no vas a ir a gusto nunca.
 
P: Algo que recomendarías que el buen aficionado no se perdiera de tu santería.
 
R: Me gustaría que lo vieran todo. Estoy muy confiado en mi cuadrilla y espero que todo vaya perfecto.
 
P: ¿Cuál crees que es el número apropiado de juntas?
 
R: Depende de lo que tenga cada uno en su casa. No creo que hagan falta veinte juntas. Con un puñado de amigos y cuatro cosas se hace una piña, que realmente es de lo que se trata. Antiguamente se hacían las juntas con vino y pestiños y la gente iba la mar de bien. 
 
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que empiece un manijero a hablar de santería?
 
R: Desde la primera. Hay que decirles como va a ser el paso e ir inculcándole lo que tienen que hacer el Miércoles Santo.
 
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas
 
R: Me han dado tantos que no sé cual decirte. Vas aprendiendo de muchas personas con las que hablas, pero no sabría resaltar ninguno.
 
 
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
 
R: Si pueden, adelante. Pero hay que poder con los dos, no con uno solo. También es verdad que el tema de las juntas es algo agobiante cuando repites. Yo he repetido y creo que volvería a hacerlo.
 
P: ¿Qué crees que esta ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
 
R: Yo creo que esto está pasando porque no gusta realmente la santería. A mí lo mismo me da salir en un santo que en otro. Cuando te gusta santear no se puede mirar que santo es o de que cofradía se trata. Creo que los santeros más veteranos se van retirando y esos son lo que verdaderamente tienen experiencia en esto y nos pueden enseñar. Es una pena que esos santeros de cuarenta o cincuenta años ya no se vean en las cuadrillas. Hay que aviarlos para que nos guíen y aconsejen, para que sepamos cómo hay que hacer las cosas bien.
 
P: Desde que te avía un manijero hasta que queda el paso en los bancos se viven muchos momentos, ¿con cuál te quedas?
 
R: Cuando se suelta el santo en los bancos. También me gusta cuando ves a cualquier manijero tuyo después de un tiempo y le das un abrazo. Ese es el mejor momento.
 
P: ¿Crees que en una santería tiene que ir todo calculado o dejar algo a la improvisación?
 
R: Creo que todo debe ir pensado y marcado, después la calle manda y se complica la cosa. Es difícil que salga todo como uno quiere. Creo que es bueno inculcar a una cuadrilla desde primera hora lo que quiere  el manijero.
 
 
P: Háblanos de tus tambores.
 
R: Llevo muy buenos tambores. Me hablaron de ellos muy bien y creo que van a hacer exactamente lo que yo les diga. Vamos a ir por buen camino con ellos.
 
P: ¿Cuál es el paso que tienes pensado para la Virgen de la Amargura?
 
R: Tengo claro que quiero ir andando con la Virgen y que se muevan las bambalinas.
 
P: ¿Qué consejo le darías a un santero que salga este año por primera vez?
 
R: Que disfrute y lo viva desde el primer momento, que esto se pasa y no te das ni cuenta. Que cante mejor o peor en una junta no tienen nada que ver, todo lo contrario. Que disfrute, veras como no se arrepiente y querrá salir más veces.
 
P: ¿Quién será tu porrillas y por qué has confiado en él?
 
R: Es Miguel Ángel Tienda. Para mí es uno de los grandes y sabe mucho de santería. Cada día que pasa me doy cuenta de la experiencia que tiene en esto. Sé que lo va a dar todo por mí y por mi cuadrilla.
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Espero que haga buen tiempo  y que podamos disfrutar todos de nuestra Semana Santa. Gracias
 
 
 
Foto: paseillo.es

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