Alberto Muñoz: “La clave del éxito de una santería es el respeto”

25 de Enero del 2016

Alberto Muñoz Henares es un joven manijero que a la corta edad de 2 años ya tenía otorgada la manijería de la Pollina.
Este economista de 22 años que se estrenaba en el 2009 en María Stma. de la Pasión y Ánimas, ha querido ante todo que esta experiencia quede en familia y que toda su cuadrilla sienta la devoción que él profesa por la Pollina.
Junto con el manijero de Ntro. Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén (Pollinita) 2016 (http://paseillo.es/trono/ntro-padre-jesus-en-su-entrada-triunfal-en-jerusalen-pollinita/505), tuvimos un buen rato de charla en casa de Paco Escudero. Pudiendo hacer la entrevista ante la bella imagen de la que Alberto será manijero el próximo Domingo de Ramos.
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta maijería?
 
RESPUESTA: Esta Cofradía es más especial que las demás. Mi tía Rosa, que en paz descanse, era cuadrillera de la Pollina y todos los años terminados en seis, era quien otorgaba las manijerías. En el año 1996 ella otorgó la manijería a mi tío Carlos y para el 2006 a mi tío Javier. Cuando yo tenía tres años, mi padre dijo que para el 2016 sería para Albertillo. Desde entonces soy manijero. Llevo toda la vida sabiéndolo, aunque siempre yo lo he visto muy lejos.
 
P: Defínete a ti mismo como manijero.
 
R: Soy un manijero joven, bastante noble. Me gusta disfrutar con mis santeros. No me considero un manijero estricto ni serio. Supongo que el día que toque hablar de santería me pondré más serio. Me gusta pasarlo bien en las juntas y echar buenos ratos con la familia y los amigos.
 
P: ¿Qué pasos has seguido para ser manijero de la Pollina?
 
R: Mi tía me otorgó la manijería. Cuando el año pasado recogí la campana ella pudo entregármela gracias a Dios. La verdad es que llevo toda mi vida sabiendo que algún día sería manijero de la Pollina. Pero hasta este último año no he pensado firmemente en esta manijería.
 
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Por devoción. Mi familia siempre ha estado en esta cofradía. Ellos me han inculcado la devoción hacia esta imagen. Desde muy pequeño he salido de pollino con túnica y la palma. Sí, más por devoción a la Pollina que por afición a la santería.
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: Mi criterio ha sido aviar ante todo a mi familia. Yo quería que ésta fuera una santería familiar, para disfrutarla con mis primos y tíos. Los amigos que salen conmigo son muy allegados a la familia y por supuesto les gusta la santería. Para mí era primordial que fueran personas que quisieran disfrutar con nosotros. Mi padre fue al primero que avié en mi casa. Luego avié a mis tíos. Y después como iba surgiendo. Como muchos santeros no estaban en sus casas, tuve que ir a otros sitios a aviarlos.
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería?
 
R: La santería siempre ha formado parte de mi casa. Mi padre de toda la vida ha sido santero. Con dos años salí en las procesiones infantiles, hasta que en 2009 me estrené en la Virgen de la Pasión. Entonces tenía 15 años. Para mí fue un estreno magnífico y disfruté muchísimo. Tuve la suerte de estrenarme junto a mi padre.
Iba en su repisón. Fue una gran experiencia. Desde entonces no he parado.
P: ¿De dónde te viene esta afición?
 
R: Sobre todo de mi padre. Él me ha inculcado desde chico la santería. Me llevaba a las juntas y a mí me gustaba mucho. Mi madre me llevaba a ver la Semana Santa también. Nos metíamos en todas las bullas. He mamado esta afición por así decirlo.
 
P: ¿Cómo ves la santería en la actualidad?
 
R: Creo que ha habido unos años en los que la santería se ha sacado de contexto. La santería debe ser por devoción a una imagen y siempre hacerlo con respeto. Uno debe santear con humildad. Eso hace unos años no era así. Había demasiadas juntas y eran más juergas que otra cosa. Pienso que la crisis ha ayudado a mejorar estas cosas. Se dan las juntas necesarias. Creo que con tantas juntas los santeros acaban hartos. La crisis ha hecho que la gente se lo piense más antes de sacar un santo. La mayoría, si lo hacen es por devoción.
 
P: ¿Cambiarías algo?
 
R: Cambiaría el criterio a la hora de otorgar las manijerías. Se debería dar una campana a la persona que verdaderamente sienta devoción por una imagen y que sobre todo sea cristiana. Muchas veces se les da a personas que no entienden el verdadero sentido de la Semana Santa. No entiendo al que es ateo y sale en un santo o pide una campana. Creo que las cofradías deberían ser más estrictas en ese aspecto. Sería buena idea dar formación cristiana a los que solicitan una campana. Se haría una buena criba para dar las manijerías.
 
P: ¿Crees que las cofradías lo harían?
 
R: Sí, ¿por qué no? Hay cofradías que tienen muchísimas cartas de solicitud de manijerías. A la hora de ver a quién se le otorgan podrían usar este criterio. Supongo que podrían planteárselo. Creo que lo fundamental para un manijero es tener formación cristiana. No estaría mal una misa al mes y formación para estar más implicado con la cofradía y la iglesia. La santería no debe estar retirada de la iglesia.
 
P: ¿Qué criterio has seguido para dar los sitios a tus santeros?
 
R: Me he ayudado de personas de confianza. Mis tíos han sido los pilares fundamentales para formar mi cuadrilla. Esta es una manijería familiar y por tanto no he tenido problema a la hora de pedir consejo a ellos. Los sitios de confianza los lleva mi familia y amigos muy cercanos. Con el resto de sitios he intentado compensar la cuadrilla.
 
P: Algo en lo que harás un especial hincapié para que salga como tú quieres el Domingo de Ramos.
 
R: A mis santeros les digo que ante todo deben tener respeto por la santería. El Domingo de Ramos deben respetar al manijero. Pienso que la clave del éxito de una santería es el respeto. Ante todo, una cuadrilla debe formar una piña. Todos debemos ser uno. Dos santeros no pueden llevar solos el santo. Una esquina no funciona así y por supuesto una cuadrilla tampoco. No me opongo a que se hagan juntas esquina, porque si de éstas surge una mayor unión entre ellos, mejor. Quiero que todos seamos una familia. Se trata de eso, que un grupo de amigos se reúnan por una devoción. La unión entre los santeros es muy importante, porque si uno falla, fallamos todos. Haré especial hincapié a mi cuadrilla en el tema de las horquillas. Las horquillas destrozan al santero incluso más que la santería. Habrá que estar muy pendiente de ellas.
P: Un punto del recorrido que ves con mayor dificultad.
 
R: El recorrido no es nada fácil. En especial resaltaría la calle El Agua arriba y la calle Curados. Esas calles las veo bastante complicadas. Este año nos han cambiado el recorrido y subimos la Cuesta del Reloj. Es la última parte y los santeros no estarán igual que al principio. Creo que llevo muy buena cuadrilla y espero que me respondan en todo el recorrido.
 
P: ¿Cuál es la parte que más te gusta del recorrido?
 
R: La salida y la Plaza Nueva. Desde niño tengo la imagen de la salida de la Pollina con las palmas y me encanta. El llanete de San Francisco me gusta muchísimo. Recuerdo que mi abuela siempre salía con Fray Gabriel para ver la Pollina y la alegría del Domingo de Ramos. Mi familia se ha criado allí y tengo unos recuerdos muy entrañables de ese llanete. 
 
P: El cambio en el  recorrido es mínimo, ¿qué opinas de ese cambio?
 
R: Todo lo que se haga para mejorar nuestra Semana Santa lo veo bien, sobre todo si es para unir más a las cofradías. Personalmente el cambio me gusta. Soy cofrade y sé que cuanto más tiempo estén los pasos unidos mejor. La Pollina va a estar muy poco rato junto a las demás cofradías. Eso no lo veo bien. Pero me gusta el cambio. Además a la santería se le ha añadido la Cuesta del Reloj.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: Bastante. Forma parte de la idiosincrasia de nuestra Semana Santa. Los santeros vamos por fuera y destaca mucho la elegancia. Creo que la indumentaria del santero es elegante y debe ir bien puesta. Debe haber uniformidad en toda la cuadrilla y deben ir perfectos.
 
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física  para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: Una preparación de gimnasio no. Sí es verdad que unos meses antes de santear se debería ejercitar las piernas. Es fácil que los gemelos sufran y más si vas en la trasera.
 
P: ¿Qué recomendarías a los aficionados a la santería que no se perdieran de tu manijería?
 
R: Me gustaría que todo el aficionado a la santería viera la salida y la calle Curados. Por supuesto la Cuesta del Reloj, que es el sitio más santero de nuestra Semana Santa. Espero que hagamos una buena santería y estoy seguro que vamos a disfrutar.
P: Hasta el momento, ¿qué destacarías positivamente de ser manijero?
 
R: El cariño que he recibido de mis santeros y mi familia. Me siento muy arropado. En ningún momento me he visto solo. Todo lo contrario, mi familia y mis amigos están siempre conmigo. Me siento como quería, en una santería familiar. Por otra parte, voy a tener el privilegio de ser el manijero de un paso que pocas personas pueden sacar.
 
P: ¿Y algo negativo de ser manijero?
 
R: La principal desventaja que tiene, es que hay que estar pendiente de todo. No se te puede escapar nada. Afortunadamente, tengo a mi padre. Él está siempre para recordarme lo que se me olvida. No se puede disfrutar de una junta como lo hace un santero. Es la principal desventaja que tiene ser manijero.
 
P: ¿Cuál crees que es el número apropiado de juntas?
 
R: Pienso que con la junta sitios, cuatro juntas y la marca, que sea un desayuno, es suficiente. Es lo que me gusta y lo que voy a hacer. Más lo veo un exceso.
 
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que empiece un manijero a hablar de santería?
 
R: En las dos últimas juntas será donde yo aborde el tema de la santería. No creo necesario hablar de la santería antes. Los santeros no están tan pendientes en las juntas anteriores y puede que llegada la hora no lo recuerden. Sobre todo la última junta es la apropiada, quizás en la penúltima se puede dar alguna pincelada.
 
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas.
 
R: Mi padre me dijo en una ocasión: “Hay que ser honrado, cumplir con el manijero al que le hayas dado la mano y tener palabra de santero”. Esto me lo lleva diciendo desde que era un niño, y desde entonces he intentado cumplirlo.
 
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
 
R: Yo santeé dos veces en Semana Santa. Lo hice un Lunes Santo y el Domingo de Resurrección, que salí en la Bajada de la Virgen. Creo que la cantidad de juntas que pueden coincidir es una desventaja. Si el manijero y los santeros lo ven apropiado, no soy nadie para opinar lo contrario.
P: Dinos una santería de la Pollina que sea referente para tu manijería.
 
R: Quizás esté mal decirlo, pero la que viví más cerca. Cuando en 2006 la sacó mi tío Javier Muñoz. Viví todas las juntas y la santería. Las vivencias que tuve me están sirviendo para afrontar esta manijería.
 
P: ¿Qué crees que está ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
 
R: Puede deberse a dos cosas. El exceso de pasos en Lucena. Otro motivo puede ser el económico. Ya que muchas cofradías con el tema de rifas, papeletas y demás cansan a los santeros. Eso creo que echa un poco para atrás a la hora de solicitar una manijería. 
 
P: Desde que un manijero te avía hasta que el paso se queda en los bancos, se viven infinidad de momentos, ¿con cuál de ellos te quedas?
 
R: El momento más bonito para mí es la salida. Por otra parte, cuando terminas y pones el santo en los bancos. Se siente una gran satisfacción si has disfrutado con la cuadrilla, con tu esquina y has hecho una buena santería. Esos son los momentos que más me gustan.
 
P: Un consejo que le darías a un santero que salga este año por primera vez.
 
R: Yo le diría que estuviese tranquilo a la hora de santear. También que si hay cualquier problema se lo diga a su esquinero o a alguien de su esquina.
 
P: Háblanos de tus tambores.
 
R: Mis tambores los llevó mi padre el año pasado en el Cristo de la Crucifixión. Ellos sabían que venían conmigo desde el año pasado. Pienso que Paco Morales (http://paseillo.es/santero/paco-morales-ordonez-19602) es uno de los mejores tambores de Lucena y su hijo (http://paseillo.es/santero/javier-morales-burgos-50564) lleva el mismo camino. Además son buenas personas.
 
P: Dicen los entendidos en el arte del tambor que la Pollina tiene su paso propio, ¿es ese el paso que tú le darás?
 
R: La Pollina va a ir como yo he aprendido en mi casa. Muy botada, retenida de la delantera y bastante alegre.
 
P: ¿Crees que en una santería debe ir todo medido o se debe dejar algo a la improvisación?
 
R: El recorrido debe estar pensado antes de la santería, al igual que las vueltas. Llevaré a mis porrillas que serán los que en la calle me digan lo más conveniente. Si quiero dar una vuelta de una forma o quiero hacer una calle entera lo tendré pensado con anterioridad, pero ellos me dirán en la calle lo que puede ser mejor.
 
P: ¿Crees que cambia mucho la santería que hace la trasera respecto a la delantera en un paso botado?
 
R: Desde mi entender sí. Siempre depende del manijero, por supuesto. En la trasera tienen que ir todos a una, con el mismo paso. Aunque toda la cuadrilla también lo lleve, pero la trasera debe dar el impulso. La delantera es distinta. Ellos tienen que aguantar. Sí, son diferentes.
 
P: En las santerías que se pierde el paso al botar, ¿qué crees que ocurre?
 
R: Yo no soy experto en santería. Desde mi corto entender, puede deberse a que no vayan todos a una y algunos santeros de una esquina no estén botando bien. También influye el tambor. Si éste falla, la cuadrilla no cogerá el paso. Es imprescindible llevar buenos tambores.
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Quiero daros las gracias a vosotros, por la labor de difusión que realizáis a diario. Espero que todos disfrutemos del Domingo de Ramos.
 
 
 
Foto: paseillo.es

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