Domingo Sánchez: “La santería se basa en saber comprometerse”

14 de Enero del 2016

Paseillo.es nos ha dado la oportunidad de conocer a Domingo Sánchez, un santero veterano que confiesa apasionarle este arte.
Mucho ha cambiado la santería a modo de ver de del manijero de Ntro. Padre Jesús del Valle de este 2016 (http://paseillo.es/trono/ntro-padre-jesus-del-valle/525), desde que se estrenara en 1989 en este mismo paso.
Con franqueza y y sencillez respondió al equipo de paseillo.es este carpintero de 43 años en la entrevista que le hacíamos a la entrada de la Parroquia de la Sagrada Familia.
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
 
RESPUESTA: Solicité esta manijería porque mi intención era retirarme en el Cristo que me estrené. Ese fue mi primer pensamiento. Pero este año salgo dos veces más, tengo santería para el año que viene e incluso estoy esperando algo para el 2018. Al final van saliendo cosas y creo que no me voy a retirar nunca.  
 
P: ¿Es tu primera manijería?
 
R: No. Fui manijero del Lavatorio en el año 2000.
 
P: Defínete a ti mismo como manijero.
 
R: La verdad es que me veo muy raro. La santería de ahora ha cambiado mucho. Pero bien, estoy muy contento y a gusto.
 
P: ¿En qué crees que ha cambiado la santería?
 
R: Muchísimo en todo. Respecto a las juntas, los santeros son cada vez más jóvenes. Antes se veía más gente mayor en las juntas. Ahora en mi cuadrilla hay muchos chavalillos y mucha gente joven. Ahora se pueden llevar los santos mejor que antes. Los chavales se ven santeando muy derechitos y muy bien.
 
P:A esos jóvenes los has buscado tú, ¿no?
 
R: Sí, por supuesto. Yo confío mucho en la santería joven. En esta manijería solo llevo un santero del Lavatorio del año 2000.
 
P: ¿Qué pasos has seguido hasta ser manijero del Cristo del Valle?
 
R: En una junta de la Amargura de 2014 estaba Antonio Aguilar, hermano mayor de la Cofradía del Valle, y se la pedí. Eché la carta y me lo concedieron al momento. De esto hace dos años. He tenido que vender loterías, primitivas, papeletas, lo típico. Si Dios quiere lo voy a mandar a mis 40 santerías.
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Quizás por las dos cosas. Una cosa lleva a la otra.
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: Bueno, ahora se lleva eso de aviar a los santeros en su casa, ¿no?. Eso son cosas modernas, ir casa por casa aviando. Pero en fin, para gustos los colores. ?, pero yo no lo hice así. Di unas copillas y allí avié uno por uno. Aunque desde esas copas ha habido algunos cambios.
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería?
 
R: Empecé cuando tenía 14 o 15 años. Muy chico. Antes los Cristos llevaban torralbo y yo lo tocaba. Por ahí me fui metiendo un poquillo más hasta que me aviaron. Siempre he estado muy metido en la santería. Las cofradías también me han gustado mucho. Una cosa lleva a la otra y aquí estamos.
 
P: ¿De dónde te viene esta afición?
 
R: A mis hermanos también les ha gustado la santería, de hecho mi hermano Ramón es mi porrillas. Creo que cuando te gusta una cosa tampoco necesitas maestros. Mis amigos y yo estábamos en esta cofradía cuando éramos jóvenes y a raíz de esto vino la cosa.
 
P: ¿Cómo ves la santería actualmente?
 
R: Como te he dicho antes, ha cambiado mucho. Hay cosas que a mejor y otras que a peor. Hay demasiado protocolo en todo. Muchas reuniones, besamanos, etc.. No hay fin de semana que tengas un claro. Si ya te pasa como a mí, que salgo este año tres veces, todos los fines de semana los tienes ocupados.
 
P: ¿Qué cambiarías de la santería actual?
 
R: Cambiaría el tema de aviar a los santeros. No veo necesario tener que ir a casa de nadie a aviarlo con una botella de vino. Cada manijero tiene sus gustos, por supuesto.
P: ¿Qué criterio has seguido para darle los sitios a tus santeros?
 
R: Los tres esquineros son amigos míos. El resto de santeros los he puesto por amistad con los esquineros. La esquina izquierda son amigos, la mala son otros, y así. Creo que así es como debe ser.
 
P: Algo en lo que harás especial hincapié para que salga como tú quieres el Miércoles Santo.
 
R: Lo principal es que los santeros se respeten. Que den el paso que yo quiero dar y escuchen a los tambores. Hay que hacerlo bien, como yo diga. Porque si cada uno decimos y hacemos una cosa esto será un caos. En una cuadrilla todos deben ir a una, si no…
 
P: ¿Qué parte del recorrido ves con mayor dificultad?
 
R: Si salimos desde su parroquia, la cuesta hacia abajo la veo complicada. Si salimos del convento, la calle Flores. De donde vamos a salir es algo que todavía está en el aire.  Espero que se solucione pronto, que por lo menos tengamos un par de meses para saberlo.
 
P: ¿De dónde te gustaría que saliera?
 
R: A mí la verdad me da igual. A mi cuadrilla le gusta más el otro recorrido. Es más santero. Si salimos de aquí, estupendo. Es su casa y es de donde tiene que salir. Si salimos del otro lado, pues a disfrutar también. Son recorridos muy diferentes.
 
P: ¿Ves positivo que la cofradía acabe su recorrido en la Purísima?
 
R: Veo bien que se encierre en la Purísima. Cuando se encerraba en su parroquia se hacía muy duro. Se ha favorecido mucho, hay más gente, es más lucido. Sí, se ha mejorado bastante.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: Cada persona es un mundo. Lo importante es que el santero vaya bien y que en la cuadrilla vayan todos a una. Un santero mal vestido no me gusta. En las fotos antiguas se ven los santeros con las túnicas sucias, mal puestas y los pañuelos caídos. Pero hoy en día los santeros van que parecen llaveros. Eso es otra cosa de las que han cambiado mucho. El primer año que salí en la Amargura, nos pagamos cada santero su túnica y aquello era un caos. Cada uno íbamos con una túnica de un color diferente.
P: ¿Crees qué el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: Sí. Muchas veces no le echamos cuentas a eso. Pero una mala santería te puede dejar señalado para toda la vida. Yo he salido con santeros de 20 años que se han tenido que retirar porque se han hecho daño. Una mala santería puede dejar huella. Estar preparado físicamente es importante.
 
P: Hasta el momento, ¿qué destacas positivamente de ser manijero?
 
R: Se disfruta mucho. Ves a gente que cuando la avías y les das su sitio con mucha ilusión. Los santeros a los que le das una esquina te lo agradecen. Se ven muy contentos. Lo que más te gratifica es cuando das los sitios. Ninguno de mis santeros lleva un “fregaó”. Para mí, la misma importancia tiene un repisón que una esquina.
 
P: ¿Y algo negativo?
 
R: Que tienes que vender mucha lotería. También hay que estar todo el año a piñón. Cuando preparas unas copas, los santeros te dicen que no pueden por unas cosas u otras. Juntarlos a todos es muy complicado.
 
P: ¿Cuál crees que es el número adecuado de juntas?
 
R: Con cinco o seis juntas es suficiente.
 
P: ¿En qué junta crees que el manijero tiene que empezar a hablar de la santería?
 
R: Desde que entra cuaresma. Cuando sepa el sitio de donde vamos a salir, podré empezar a hablar de la santería. Desde ese momento hablaré de la “echá” al hombro y los horquillos más complicados.
 
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas.
 
R: Cuando era chavalillo le toqué el torralbo a José Parriba en la Columna. Me sorprendieron las cosas que ese hombre decía. Hablaba de cómo había que hacer las “tomás”. Decía que había que hacerlas con el corazón. La verdad es que cuando voy santeando y las hago, me acuerdo mucho de él. Siempre me ha gustado escuchar a santeros viejos. Porque te enseñan muchísimo.
 
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en la Semana Santa?
 
R: No soy partidario de eso. Yo lo hice un año y te garantizo que no lo volveré a hacer. Con una bien hecha está bien.
 
P: Dinos una santería del Cristo del Valle que sea referente para tu manijería.
 
R: La del año pasado me gustó bastante. Yo habría cambiado el paso un poquillo, pero la vi muy bien. Me gustó mucho.
 
P: ¿Qué crees que está ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
 
R: La culpa es nuestra, por supuesto. Hay santeros que dicen: “Yo no salgo allí”. Se tienen muy catalogados los pasos de nuestra Semana Santa. Y eso no es así. Todo el mundo tiene derecho a salir.
 
P: Son muchos los momentos que se viven a lo largo de una santería, desde que un manijero te avía, hasta que el paso se queda en los bancos. ¿Cuál es el momento que más te gusta?
 
R: Amarrar la almohadilla. Yo no me ato la almohadilla, pero me gusta mucho. Los momentos antes de salir, con todos esos nervios que tienes. Hubo una santería que me marcó mucho, que fue la de la Aurora (http://paseillo.es/trono/maria-stma-de-la-aurora/332) con mi sobrino. Los momentos antes de salir en esa santería no se me olvidarán.
P: ¿Crees qué en una santería hay que llevarlo todo medido, calculado y pensado o se debe improvisar?
 
R: Creo que siempre hay que dejarse algo para la calle. En una junta se ve todo muy bien. Todas las vueltas las ves perfectas. Pero la calle manda. Las cosas hay que ir haciéndolas al momento.
 
P: Háblanos de tus tambores.
 
R: Estoy muy contento con ellos. Dani Ruiz (http://paseillo.es/santero/daniel-ruiz-jimenez-85040) me tocó en el Lavatorio y era un crío. Y ahora he querido volver a contar con él. También cuento con mi sobrino (http://paseillo.es/santero/juan-jesus-orellana-sanchez-39291) y con el Mono (http://paseillo.es/santero/manuel-jimenez-roldan-78657). Estoy muy contento con ellos. Ellos saben lo que quiero.
 
P: ¿Has hablado con ellos del paso?
 
R: No. Solo mantuve una conversación con mi sobrino. Pero nada formal.
 
R: ¿Sabes ya el paso qué quieres darle al Cristo del Valle?
 
R: Creo que sí. Quiero darle el paso del Señor. Habrá a quien le guste y a quien no. Luego la calle es la que manda. Según se vaya viendo. Pero voy a intentar llevar ese. Yo confío en mi cuadrilla.
 
P: En las santerías que se pierde el paso al botar, ¿qué crees que pasa?
 
R: Es porque se adelantan al tambor. Hay que escucharlo. Poner el pie y cuando suene el tambor…¡pom!. El año pasado en el Caído hubo momentos que nos pasaba eso. Se adelantaban al tambor. Y yo les decía: “¡No adelantaros!”. Al final cogimos el paso y fue bien.
 
P: Un consejo que le darías a un santero que salga este año por primera vez.
 
R: Que le guste. Hay que echarle ganas y fuerza. La santería se trata de saber comprometerse, de estar con el manijero y con tu esquina en todo. Cuando un manijero avía a un santero, éste debe ser consciente de todo lo que conlleva. Hay que echar una mano en todo.
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Nada, pedirle al Cristo del Valle que no llueva. Que salga todo como tiene cuentas de hacerse. Quiero agradecer también a todo el mundo que está conmigo. Gracias.
 
 
 
Foto: paseillo.es

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