Bajo un soportal a una Madre le entregan a un Hijo muerto y se lo ponen en ese regazo en el que desde niño ha acunado, ha amamantado y consolado su llanto. Ahora es ella la que suplica consuelo, andar atrás en el tiempo y dejar de sufrir este tormento. Ya es tarde. Todo está consumado. El yace muerto.
-¡Sois conscientes, acaso, de lo que habéis hecho a este hijo mío que tanto os dio. Que os tomó la tristeza en alegría, el abandono por compañía, y tanto odio por amor!- parece decir una madre arrebatada por el sufrimiento y el dolor que padece en ese momento su corazón.
Y es que también lo profetizó Simeón:
¡Y a ti una espada te atravesará el alma! Y lo ha hecho con tanta fuerza que a ti también a ella la ha clavado a los pies de esa cruz que a Él le ha dado muerte.
Abre los brazos como si quisiera recoger toda la sangre que riega esa tierra infiel e injusta y busca en el abrazo postrero devolverle los pulsos a ese cuerpo muerto que tan lleno estuvo de verdad y vida.
Busca entre las heridas, entre sus ojos entornados, algún resto de vida que traiga la esperanza de que no se ha ido, que aunque maltrecho siga vivo. Pero todo es inútil. Solo puedo observarlo, abrazarlo y entregar su cuerpo a los sepultureros.
Dos ángeles que observan la escena apartan la mirada y extienden sus brazos hacia nosotros demandando esa piedad y compasión que Él nos tuvo en vida. Nos piden tanto amor como Fe, del tamaño de un grano de mostaza. Con eso se conforman esos dos que tanto lloran de amor por el dolor de esa bella Dama.
REYES ÁVILA, FRANCISCO JAVIER, Pregón de Semana Santa de Lucena 2017, Agrupación de Cofradías, pp. 63 y 64.
Galería del Lunes Santo en Lucena 2018:
VER AQUÍ
NOTA: Los usuarios que deseen adquirir fotografías impresas de esta galería y sin marca de agua, pueden hacerlo contactando a través del correo info@paseillo.es y en el teléfono 618 974 879. No se facilitarán las fotos en formato digital sin marca de agua.
Foto: paseillo.es