¿Qué te lleva a solicitar la manijería de Santiago Apóstol?
El hecho que me impulsó a solicitar dicha manijería fue principalmente que mi infancia la pasé en el barrio de Santiago jugando desde pequeño en su llanete.
Otro motivo es que desde niño siempre he tenido devoción al Patrón de mi barrio y cada año lo veía salir deseando que algún día me tocara a mí ser su manijero.
¿Qué te une a esta cofradía?
Como siempre digo, la base fundamental de la santería es la amistad y en este caso es ésta la que nos une tanto a mí como a mi familia a dicha cofradía.
¿Qué criterio has seguido para formar tu cuadrilla?
Como para cualquier manijero, considero que a la hora de formar una cuadrilla, veinticuatro sitios son escasos para poder “aviar” a todas las personas que me gustaría. Pero en mi situación, me he querido guiar principalmente por la amistad y por santeros, aparte de familiares como mi padre, mi hermano y mi tío.
¿Qué virtud valoras más de un santero?
Lo que más valoro de un santero es el compromiso, la humildad, la educación y el saber estar; puesto que para mi parecer son las características principales que debe tener un santero para formar parte de mi cuadrilla.
¿Qué parte del recorrido de Santiago te gusta más?
Santiago tiene muchos momentos bonitos y especiales a lo largo de su recorrido, puesto que su procesión es por las calles de su barrio, el cual de por si es un barrio santero y especial. Pero si tuviera que elegir uno en concreto sería la vuelta de la Calle Peñuelas con la Calle Álamos, puesto que ahí se encuentra la casa de mis abuelos y sin duda será el horquillo más emotivo, especial y con más sentimiento de toda mi santería.
Cuéntanos el momento del que guardas tu recuerdo más grato dentro del mundo de la santería.
Como para cualquier santero, pienso que la cumbre en la santería, más que pasear a Ntro. Padre, a la Virgen de Araceli o a la Columna, es tener el privilegio de santear con su padre. En mi caso esta es la tercera santería que podré hacer con él y sin duda alguna son las mejores santerías y en las que más se disfruta.
Descríbenos como sería para ti una junta de santeros perfecta.
Creo que nunca habrá una junta perfecta, porque siempre pueden surgir imprevistos, pero sin duda para mí una junta en la que se escuche el cante, se respeten entre todos, haya buena armonía y se haga todo con sentimiento, sin duda sería la mejor junta en la que podría estar.
En mi caso he tenido la suerte de que mi cuadrilla me ha hecho disfrutar de juntas así, por lo cual le estaré siempre agradecido.
¿Qué paso crees que es el adecuado para la santería de Santiago Apóstol?
Considero que un paso de las características de Santiago, debe salir andando en cada “tomá”, llevar un pasito corto, una delantera que vaya sujeta y una trasera que bote a la par, sin prisas y con un paso de tambor cortado y sin correr.
El hecho que me lleva a depositar mi plena confianza en él para que me guíe durante el recorrido es principalmente que es mi abuelo; pero aparte de ese vínculo familiar, para mi gusto es una persona que entiende de santería, que le gusta y que nadie mejor que él podría acompañarme y cumplir esa labor en ese día tan especial para mí.
Por otro lado, junta tras junta ha conseguido que no sea yo el único que confíe en él, sino que se ha ganado la confianza de toda la cuadrilla y de todas las personas que nos han acompañado. “Polluela”, como es conocido en Lucena, es una persona capaz de enseñarte, aconsejarte y guiarte por el buen camino sin que te des cuenta, lo cual ha hecho que en mi cuadrilla se le tenga ese cariño y respeto que le tenemos.
¿Qué destacarías de tu cuadrilla?
De mi cuadrilla destacaría la nobleza, humildad y respeto que tienen los unos con los otros, y sin duda alguna la devoción que le tienen uno por uno a una tradición como es la santería lucentina.
En una santería hay una serie de factores imprescindibles, como son los santeros, los tamboreros, el porrillas y también el “marcaor”.
Un “marcaor” cumple una labor de gran responsabilidad puesto que es el que se encarga de poner a toda la cuadrilla por igual, y esa responsabilidad es lo que siempre le agradeceré a mi “marcaor” José “Parriba”.
¿Sin qué persona o personas no sería tu santería como está siendo?
Sinceramente pienso que todas las personas que forman mi cuadrilla son imprescindibles para que yo disfrute como lo estoy haciendo y para que ésta, mi primera manijería, jamás se me olvide y siempre tenga un buen sabor de boca de ella.
Familiares y amigos, son los que forman mi cuadrilla de santeros, por lo cual nadie de los que a día de hoy están a mi lado, podría faltarme para cumplir este sueño.
¿Hasta el día de hoy con que momento te quedas de tu santería?
Es difícil elegir un solo momento de todos los que he pasado al lado de mi cuadrilla, ya que para mí todos han sido emotivos y a la vez diferentes, y esa diferencia es la que los hace especiales. Pero si tuviera que elegir un solo momento, me quedaría con el que mi madre, en la Junta Sitios, me entregó la campana, que entre mi cuadrilla y mis padres quisieron regalarme para hacerla sonar por las calles del barrio de Santiago.
¿Algo más que añadir?
Desde aquí me gustaría agradecer una vez más a la cofradía, por depositar esa plena confianza en mí, por estar en todo momento pendientes de mí y de mi cuadrilla y por el trato que han tenido tanto conmigo como con mi familia.
También agradecer a mi cuadrilla, mi familia y mis amigos por todo lo que hacen por mí.
Y por último, agradecer también una vez más a Paseíllo el hecho de realizar este tipo de entrevistas, de encargarse de llevar al día esta página web y por facilitarnos las noticias y fotos de lo que sucede día a día respecto a la santería, y por hacer posible que en el día de mañana, podamos seguir recordando antiguos momentos gracias a su página.
Foto: Paseíllo
