La flauta y el tamboril rompían el silencio de la mañana en el cortijo Palacio del Rey, anunciando un nuevo amanecer lleno de esperanza para los peregrinos de la Hermandad del Rocío de Lucena. Con el corazón henchido de fe y los ojos puestos en la Reina de las Marismas, los romeros emprendían con ilusión los últimos 9 kilómetros de su camino, tras días de fraternidad, oración y promesa cumplida.

A las 12:00 del mediodía, la Hermandad pisaba con emoción contenida las tablas del Puente del Ajolí, umbral simbólico que da paso a la aldea de El Rocío. Allí, sobre esa pasarela que tantas almas ha visto cruzar, los peregrinos se detenían para rezar el Ángelus, entonar la Salve y cantar sevillanas con profundo fervor a la Santísima Virgen del Rocío.

Al llegar a las benditas arenas de la aldea almonteña, el calor de cientos de personas acogía a la Hermandad, acompañándola en el último tramo hasta su Casa de Hermandad, situada en la calle La Cigüeña nº 3. Lágrimas, vivas, abrazos y cánticos inundaban el ambiente, en una mezcla única de emoción y gozo espiritual.

Con esta llegada culmina el que ha sido el trigésimo quinto camino de la Hermandad del Rocío de Lucena, un trayecto marcado por la devoción, la entrega y el amor sincero a la Virgen. Durante los próximos días, la Hermandad vivirá intensamente su estancia en la aldea: participará en la presentación de su Simpecado ante la Santísima Virgen, asistirá a la Solemne Eucaristía del domingo junto a las marismas y, como colofón, manifestará públicamente su fe y amor presentando su Simpecado en la majestuosa procesión del Lunes de Pentecostés, cuando la Virgen del Rocío camina entre su pueblo.

Gracias a la colaboración de Pascual Ranchal, Antonio Carmona, Naiara Tovar, Rocío Serrano y Jerónimo Molero podemos compartir estas imágenes, que dan testimonio del culmen de este camino.

Imágenes "Estampas del Camino de la Hermandad del Rocío de Lucena 2025": VER AQUÍ