José Ángel Chacón: “Un buen santero debe tener capacidad de sufrimiento”

13 de Enero del 2016

Son más de quince años los que el equipo de paseillo.es lleva conociendo a José Ángel Chacón García y el primero que junto a él vive una manijería.
Este marmolista de 34 años, con una dilatada experiencia como manijero que se estrenaba hace 18 en un traslado de María Stma. de Araceli, nos habló como siempre lo hace, con franqueza y cordialidad.
El manijero de María Stma. del Divino Consuelo  de este 2016 (http://paseillo.es/trono/maria-stma-del-divino-consuelo/507) destaca la amistad en la santería y la importancia de tener amigos para poder mandar un santo.
Reunidos en la Capilla de las Filipenses mantuvimos una conversación en la que contestaba a nuestras preguntas.
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
 
RESPUESTA: El paso de esta Virgen es precioso y el Domingo de Ramos me encanta. Me gustan muchísimo las Vírgenes de palio y la Cofradía del Encuentro es una cofradía puntera de nuestra Semana Santa. El motivo esencial es poder disfrutar con mis amigos bajo la madera en un paso grande de este pueblo.
 
P: Has sido en más ocasiones manijero, ¿cuántas veces?
 
R: Fui manijero de la Amargura en el año 2000, Humillación 2004, Estrella 2012, Salud en 2013 y ahora en el Divino Consuelo.
 
P: Defínete a ti mismo como manijero
 
R: Soy un manijero exigente. Pido a mis santeros que lo den todo y un poquito más de lo que tienen. Me gusta intentar hacer las cosas bien. En las santerías de palio lo que me gusta es que el paso vaya reposado. Aunque ahora se critique eso. No me gusta que un palio se mueva mucho.
 
P: ¿Qué pasos has seguido para ser manijero de María Stma. del Divino Consuelo?
 
R: Primero me hice hermano de la cofradía. Salí varias veces como hermano de vela en la estación de penitencia cuando era niño. Siempre he mirado por esta cofradía desde que trajeron al Cristo. Han conseguido enriquecer el patrimonio artístico de Lucena. Cada vez está haciendo las cosas mejor: número de hermanos, alpargatas de esparto, etc. Están intentando hacer las cosas bien, eso me llama mucho la atención. Por otra parte, cuando Joaquín García era hermano mayor vino en busca mía. Recuerdo que estaba en San Mateo preparando los cultos de las Servitas y me dijo que quería hablar conmigo. Me propuso ser manijero del Divino Consuelo. Acepté la manijería de esta Virgen, porque el que me conoce sabe que tengo un gran defecto y es que no se decir que no.
 
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Voy a ser sincero, es por afición a la santería. En realidad por afición se hacen muchas cosas en la santería. Gracias a la santería se puede inculcar a las cuadrillas la devoción por una imagen.
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: Tengo un grupo de amigos que desde hace mucho tiempo somos una cuadrilla. Hemos santeado muchas veces juntos. Muchos de mis santeros son amigos que la propia santería me ha dado desde el 2004. La base de la cuadrilla es prácticamente la misma y no hemos parado de salir juntos. Hay años que por circunstancias entran dos o tres personas nuevas. Pero somos siempre los mismos.
P: Tus manijerías suelen gustar a un gran número de aficionados, ¿cómo se consigue esto?
 
R: Un buen santero debe tener capacidad de sufrimiento, eso es lo más importante. Puede ser un tópico, pero es fundamental conocer a quién llevas detrás y delante. El santero debe saber sufrir y ser solidario con los demás. Mi cuadrilla sabe que soy un manijero muy exigente. Con esto se consigue que la cuadrilla una vez tras otra sepa lo que se va a encontrar. No soy un manijero que le guste dar grandes horquillos y que se diga: “ ¡Mira que vuelta dieron!. Yo interpreto la santería pensando mucho en los santeros. Mido muchísimo los horquillos. Los hago siempre largos, de 40 pasos aproximadamente. Pienso que a una cuadrilla le hace más daño los horquillos cortos que largos, eso la vicia. Por supuesto, no voy a pedir grandes horquillos ni nada de eso, pero le voy a exigir a mi cuadrilla, que desde primera hasta última hora la Virgen vaya siempre igual. Aunque la calle siempre manda, mi intención es que vaya despacio. A mi me gusta así y una vez más voy a volver intentarlo.
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería y de dónde te viene esta afición?
 
R: La afición me viene desde pequeño. Me considero más cofrade que santero. Desde pequeño he tenido mucha inquietud cofrade. Recuerdo que de niño jugaba con las estampitas en el pasillo de mi casa. También de ver a mi padre santear. Él tenía una charpa de amigos con los que santeaba siempre. Supongo que eso se me ha pegado de él. Tuve la posibilidad de estrenarme y conocer gente. Desde el año 2000 no he parado. Una vez que empiezas no paras.
 
P: ¿Cómo ves actualmente la santería?
 
R: A ese tema le llevo dando vueltas mucho tiempo. Sinceramente me gustaría decir lo que pienso. Creo que la santería está ahora de moda. Se están desvirtuando las juntas. Ahora parecen banquetes. En el ambiente santero se respira eso de: “Si tu haces esto, pues yo hago más”. Los santeros deberíamos reflexionar de lo que deberían ser las juntas. Y no son más que unas personas que se deben conocer en una serie de comidas, normales y corrientes, donde debe primar el buen ambiente de cara a la santería. Se debe de aflojar el ritmo de juntas. Veo excesivo que se den juntas dos años antes. Un manijero lo es cuando el paso se encierra la Semana Santa anterior. Puede sonar un poco a crítica, pero es lo que pienso.
 
P: ¿Qué criterio has seguido para darle los sitios a tus santeros?
 
R: Los santeros que llevo son todos válidos para llevar cualquier sitio. De hecho, en mis tres últimas manijerías he llevado ocho esquineros diferentes. Por ejemplo, las dos cimbras de mi manijería anterior son esquineros este año. Se las he dado porque son buenos santeros y se lo merecen. Llevan una trayectoria importante, son amigos míos y personas serias.
 
P: Algo en lo que harás un especial hincapié para que salga como tu quieres el Domingo de Ramos.
 
R: Haré especial hincapié en que los santeros se enteren a donde vamos. Es un palio y muy exigente. A mi entender es el que mejor se mueve de Lucena.
 
P: ¿Qué te parece el cambio de recorrido de esta cofradía?
 
R: Bajo mi punto de vista ha sido un gran acierto. No tenía ningún sentido que una cofradía de Santiago llegara hasta la calle El Agua. Han acertado con dejar el recorrido más céntrico, aunque es más exigente que el anterior. No sé si será más largo o más corto. Para mi gusto es más santero.  
P: Una vez aprobado el nuevo recorrido, ¿qué punto ves con mayor dificultad?
 
R: Sin duda un palio por la calle Flores siempre es complicado. Se debe estar muy pendiente de los porrillas y hacerles caso. La salida de esta calle tiene gran dificultad. Realmente todo el recorrido. La cuesta del Reloj y la “Cuesta del Tomate”. En estos puntos la gente suele estar muy pendiente de los pasos. Estarán viéndonos para ver cómo lo hacemos.
 
P:¿Cuál es la parte que más te gusta?
 
R: Indudablemente la calle Flores. Los momentos en esta calle son inolvidables para un santero. Se viven instantes de tensión y angustia debajo del trono. Es la parte del recorrido que más me gusta junto a la salida. Aunque la calle Las Torres también me gusta mucho.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: Bueno ya hace tiempo que no existen santeros con pendientes, ni relojes, ni nada de eso. La estética del santero debe primar. Se ha de tener en cuenta lo que llevamos encima. Siempre debemos ser respetuoso y los cánones de la santería nos lo marcan así. Un santero no debe llevar pendientes, ni piercing, ir bien afeitado y bien vestido, las botas limpias y la túnica bien planchada. La estética del santero es una de las partes más importantes dentro de la santería.
 
P: ¿Crees qué el santero debe tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: La preparación física es importante. Pero también hay que tener en cuenta el conocimiento y el saber hacer debajo de un paso. El físico hace mucho, pero realmente hay que saber trabajar bajo la madera. Hay personas que pueden estar muy bien físicamente y arruinarte una santería. El físico solo es el 60% del santero, el resto es sabiduría. De todas formas, pienso que los santeros deberían estar un poquito más preparados de lo que están. Últimamente no se ven buenas santerías en Lucena. La mayoría son santerías un poco mediocres. Aunque suene mal, las cofradías se deberían plantear el tema de los tronos. Habría que pensar quitarles peso, sobre todo a los parigolones y ¿por qué no?, de las seis juntas que se hacen, quitar dos y hacer un par de ensayos. Los ensayos están mal vistos nada más que en Lucena. Los santeros se llevan las manos a la cabeza cuando dices estas cosas. La santería se deja demasiado a la improvisación. Muchos santeros cogen un trono y no saben medir la fuerza. Por eso quizás nos encontramos cada vez con santerías más regulares. No es normal que de 36 tronos que salen en Semana Santa solo seis o siete salgan bien. Algo falla. Yo lo dejo ahí. Es un tema peliagudo y complicado.
 
P: Algo que recomiendas al aficionado a la santería que no se perdiera de tu manijería.
 
R: Yo no recomiendo un punto en especial. Lo que sí aconsejo es que vean a la Virgen por diferentes puntos. Van a poder ver un mismo paso de tambor, una cuadrilla al mismo son, por todos los puntos que lo vean. No habrá ningún horquillo especial. Aunque tenemos la “Cuesta del tomate” o la Cuesta del Reloj que son horquillos importantes que requieren esfuerzo. Recomendaría que vieran la santería en diferentes puntos y podrán ver que la cuadrilla lleva el mismo paso desde que sale hasta que se encierra.
 
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de la santería en la calle?
 
R: Cuando empieza el año. Es bueno puntualizar algunas cosas en todas las juntas, pero un manijero debe de afinar un poco más y concienciar a los santeros en las juntas tras empezar el año. Generalmente a partir de enero o febrero, un poquito antes de que empiece la cuaresma. El papel del manijero debe ser mentalizar a sus santeros lo que se les viene encima.
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas.
 
R: Hay un dicho que me gusta mucho: “Cuando no tienes amigos para sacar un santo, mejor no lo mandes”. Hay muchas personas que mandan un santo y van en busca de hombres porque los creen buenos santeros, y lo respeto. Pero el santo se encierra y lo que te quedan son los amigos.
 
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
 
R: Si son capaces de hacerlo, que lo hagan. En mi cuadrilla van ocho o diez santeros que repiten y los he dejado, ¡son flamencos!. Si son capaces de dar el cien por cien a cada manijero, me parece bien. A mí me da igual porque soy manijero del Domingo de Ramos, pero si fuera el manijero del segundo paso que van a santear, no lo permitiría. Yo como manijero no llevaría a un santero de segundas.
 
P: ¿Tú has santeado más de una vez en Semana Santa?
 
R: Sí y no lo vuelvo a hacer. Cuando encerré al primero tenía agujetas y al “sacar” el segundo santo todavía las tenía. No es lo mismo. La santería no la llevas igual. El que mucho abarca, poco aprieta.
 
P: Una santería que te haya gustado de las últimas que se han hecho a la Virgen del Divino Consuelo.
 
R: Una que precisamente yo la viví. Fue cuando la mandó mi amigo Joaquín Toledano (http://paseillo.es/trono/maria-stma-del-divino-consuelo/45), que este año es mi varal. Esa santería fue para mí muy importante y de las mejores que he visto del Divino Consuelo.
 
P: ¿Qué crees que está ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
 
R: Habría que valorar la exigencia de las cofradías. Los momentos de crisis son muy importantes. Quizás hay que tener en cuenta que todo el mundo no sirve para ser manijero. Hay muchos santeros,  pero no hay tantos manijeros.
 
P: Son muchos momentos los que se viven en una santería, desde que el manijero te avía, hasta que el paso queda en los bancos. ¿Con cuál de ellos te quedas?.
 
R: Con los momentos antes de salir. Son instantes de nervios en los que te estás mentalizado para lo que viene. Esos son los que más me gustan.
P: Háblanos de tus tambores.
 
R: Mis tamboreros me han tocado más veces el tambor. Son personas experimentadas. Uno es Cristóbal el Maripepo (http://paseillo.es/santero/cristobal-fernandez-sanchez-96771), me tocó tanto en la Salud como en La Estrella. Daniel el Chocolate (http://paseillo.es/santero/daniel-ruiz-jimenez-85040), que este año sale santeando en el Mayor Dolor y no puede salir con nosotros. También salen Jesús Granados (http://paseillo.es/santero/jesus-granados-sanchez-38790) y David Cuenca (http://paseillo.es/santero/david-cuenca-lopez-77368).
 
P: ¿Ya has hablado con ellos del paso?
 
R: Sí. Siempre tengo una pelea con mis tamboreros, porque dicen: “Este año vamos a tocar lo que queramos”. El paso va a ser el mismo que de aquí para atrás. Será un paso más parecido al de La Estrella que al de La Salud. Porque el de La Salud fue un paso todavía más lento. Aunque todavía lo tengo que determinar, porque tengo que pensar bien el recorrido y las horas que vamos a estar santeando.
 
P: Un consejo que le darías a un santero que salga este año por primera vez.
 
R: Le diría que disfrute las juntas. Que se deje aconsejar por la gente con experiencia de su cuadrilla. Que se prepare físicamente y que lo disfrute, pues son momentos que no se olvidan. Tengo en mi memoria cuando me estrené y la verdad es que se viven momentos que jamás se olvidan. Al santero que se estrena este año, le diría que disfrute y viva la Semana Santa intensamente.
 
P: ¿Cómo se hace para mantener el grupo de personas que siguen repitiendo contigo en tus manijerías?
 
R: Mi porrillas me dijo: “Yo lo que no entiendo como los tíos que llevas te hacen tanto caso”. Creo que el secreto está en llevar a los amigos. Ninguno de ellos son santeros “de renombre”, pero sí que son personas humildes. Con la humildad se va a todos sitios. Yo digo que si veintiocho personas quieren hacer algo, no hay quien pueda con ellos. Pero todos juntos. También tengo la suerte de que todos me guardan la cara. Cuando la gente me ha preguntado: ¿Todavía no has aviado?, ¡Pues no!. Mis santeros saben que si mañana voy a mandar un santo no hace falta que vaya a por ellos. Así ha sido
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Quiero agradecer a la cofradía la oportunidad que me ha brindado de poder hacer lo que nos gusta, que es santear. Santear y pasear a la Señora del Domingo de Ramos. Me gustaría desearle suerte a los manijeros de este pueblo, que disfruten como yo intento hacerlo. Y pedirle al Altísimo que haga buen tiempo en esta Semana Santa. Estamos todo un año pensando en este día, en el de la santería o en la cofradía. Que haga buen tiempo y que sepamos todos disfrutarlo y hacerlo bien. Gracias.
 
 
Foto: paseillo.es

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