En el templo de San Pedro Mártir, a las 21:00 horas de ayer sábado 21 de marzo, el secretario de la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Juan Alberto Jiménez Pérez, leía el acta de la junta de gobierno del 22 de julio de 2014, en la que José Antonio Vigo Aguilera fue elegido para ofrecer en este día el pregón a Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Ante el atril de San Pedro Mártir, Juan Villa Fernández señalaba el profundo sentimiento nazareno del pregón que leería su presentado, al que describía como un gran santero de la vida y enamorado de la familia; destacando su profesión de abogado, su reconocida oratoria y colaboración en publicaciones cofrades, así como su labor durante varios mandatos en la junta de gobierno de la Cofradía de la Soledad y su afición por la santería, que en la actualidad vive con el grupo de santeros veteranos “La Columnilla”
Invitando a mirar a Jesús con unas palabras de Santa Teresa, el pregonero comenzaba su intervención, en la que alabó la labor de la Archicofradía nazarena por la recuperación del templo de San Pedro Mártir, en estos momentos en los que la sociedad ha olvidado la necesidad de la presencia de Dios.
“Y por razones que Él solo conoce, todos los años, a algunos los llama por su nombre”
Un especial protagonismo tuvo el manijero Manuel Ortiz López de Ahumada y sus santeros en este pregón, en el que todos ellos fueron nombrados, y a los que José Antonio Vigo animaba a despertar a sus hijos en esa madrugada, para dejar grabado en sus almas las vivencias previas al Viernes Santo.
“Sois el alivio del Señor y al hombro de un tirón tocaréis la gloria de Dios si hace falta”
Momentos de la estación de penitencia del Viernes Santo, como la salida de la Capilla, la bendición de la Plaza Nueva o acercar a los ancianos de la residencia de mayores de la calle Ancha la imagen de Jesús, fueron resaltados entre los que podrán vivir el próximo 3 de abril.
En su declamación, Vigo saludó a las generaciones que permanecieron fieles a Nuestro Padre hasta el final de sus días, y a los fieles que reposan en el columbario de la Iglesia de San Pedro Mártir, esperando la resurrección a los pies de su Señor.
“No me perdáis nunca de vista el cielo”
A sus hijos José Antonio, Jorge, Isabel y María, era dedicado el pregón, junto a los niños que por decisión de sus padres no han podido nacer. Por ellos, que no podrán vivir un Viernes Santo y que a las puertas del cielo cargan los besos que nunca pudieron dar, animaba el pregonero a sus hijos a llevar su vela cada año.
Los manijeros y cuadrillas de San Juan, Santa Mujer Verónica y Santa María Magdalena, recibían el encargo del pregonero de rezar en su estación de penitencia por las familias, ministros de la Iglesia, desfavorecidos, así como por los mártires y samaritanos de nuestra sociedad.
El honor de secar las lágrimas de Ntra. Señora del Socorro, señalaba Vigo, sería de su manijero Agustín Lara, así como con el coleo de filigranas del paso del Santo Entierro, que manda Gabriel Carnerero, este hará que el luto traiga aires de esperanza.
Con el padre nuestro en verso que Gaspar Villa escribiera y con el recuerdo a los suyos, que gozan de la presencia del Señor, concluía el pregón de José Antonio Vigo Aguilera a Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Foto: Paseíllo-Juan Pérez