Desde las primeras horas de esta mañana, muchos fieles han acudido para rezar ante María Stma. de Araceli, que amanecía en el Altar Mayor de la Parroquia de San Mateo.

Para llenar, más si cabe, de alegría el día que celebramos la Pascua de Resurrección, la Virgen ha bajado para acompañarnos y celebrar próximamente sus fiestas.

De forma discreta y con la única compañía de su camarera, hermano mayor y equipo de mayordomía, María Stma. de Araceli bajó esta madrugada desde el Real Santuario Diocesano de Aras, a la Parroquia de San Mateo.
En la Parroquia, la Virgen fue recibida por el Vicario Episcopal de la Campiña, D. David Aguilera Malagón y el Vicario Parroquial de San Mateo, D. Diego Fernando Figueroa, junto a los componentes de la junta de gobierno de la Real Archicofradía de María Santísima de Araceli y su vocalía de Juventud.

A la llegada se rezó el Santo Rosario y la Salve, y se situó a Nuestra Madre en el Altar, para recibir a sus hijos al abrir las puertas de la Iglesia Mayor lucentina, que acudieron al escuchar el epique de campanas y al recibir las primeras fotografías que se expandieron por las redes sociales.

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