La Estación de Penitencia es un acto que realizamos en nuestra vida sin detenernos a pensar por qué lo hacemos.
Sabido es que las Estaciones de Penitencia de las hermandades y cofradías son manifestaciones populares de fe, con clarísimas connotaciones culturales, relacionando sin confundir, tradición y novedad. En sentido estricto, es la procesión penitencial de una hermandad o cofradía lo que debe convertirse en “Estación de Penitencia”, cuya finalidad es dar testimonio público de la fe en Cristo. Una llamada a vivir en el amor universal, un sendero de paz, diálogo y fraternidad; es el reconocimiento del amor como realidad del creyente. Y es que nos evoca significados diversos que confluyen simbólicamente: somos parte del pueblo de Dios y peregrinos que caminan hacia la Jerusalén Celestial. A su vez, la Estación de Penitencia nos prepara igualmente para la Pascua de Resurrección, y ello implica un camino participativo, pues todos tendemos y buscamos lo mismo: Gozar del amor entorno a Dios, orando juntos, haciendo penitencia unidos en una misma fe cumpliendo así nuestra misión evangelizadora, catequética y de testimonio, en este acto religioso público de fe esperanzada y esperanzadora. Por eso vestirse de nazareno debería ser como “revestirse” del mismo Jesús de Nazaret. Y de esta conducta no deben estar exentos los santeros quienes son unos penitentes más, no debiendo olvidar éstos, que la verdadera santería es avanzar siempre en el seguimiento de Cristo y su Bendita Madre.
Se cumple el sueño del cofrade, todo un año de duro trabajo que desemboca en la esperada estación de penitencia. Momentos en los que santería y cofradía se unen para mostrar la Pasión al pueblo de Lucena. Nexo de unión perfecto, amores conjugados en la Fe, sueños de un desenlace que alzan las almas y quedan inmersas en Pasión, manos que se entrelazan por la devoción.
Largos meses han pasado desde que Paseíllo habló con José Ángel Chacón, hermano mayor de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Humillación y Ntra. Sra. de los Dolores (Servitas), para plantearle una idea que estábamos deseosos de llevar a cabo. Completamente entusiasmado, el hermano mayor asintió y mostro su gratitud, gracias a él y toda la junta de gobierno que conforma la Corporación Servitas de Lucena, hoy por hoy podemos decir que es una realidad.
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Desde los días previos, hasta los primeros de nuestra Semana Mayor, vivimos con la Cofradía del Stmo. Cristo de la Humillación y Ntra. Señora de los Dolores “Servitas”, momentos de intimidad y trabajo compartido para que sus titulares luzcan con gran esplendor durante su Estación de Penitencia, que nos es más que el resultado del amor que ésta y todas las cofradías lucentinas profesan por sus titulares. Desde el instante en que los santeros tomaban el primer contacto con la madera, a las delicadas manos de las camareras de Ntra. Señora de los Dolores se recogen en este artículo que pone fin a los que Paseíllo ha realizado durante esta cuaresma para mostrar al mundo cómo trabajan las cofradía lucentinas, siempre por y para nuestro Señor y la Bendita Virgen.
El trabajo de la Cofradía del Stmo. Cristo de la Humillación para preparar los tronos y así realizar su Estación de Penitencia comenzaba algo más de una semana antes del Martes Santo; cuando todos lo santeros de la titular Mariana de la cofradía se reunían para “mover” su trono, que se encontraba en un local de la calle Avendaño, y trasladarlo a la Parroquia de San Mateo.
Las expertas manos de los miembros de la junta de gobierno de la cofradía Servitas se conjugaban con la vocalía de juventud; nueva generación de cofrades que desean aprender de los que tantos años llevan trabajando en esta corporación para engrandecerla; personas que muestran un fiel reflejo de hermandad, humildad, compañerismo, dedicación y esfuerzo desinteresado.
Uno a uno los varales de palio de la Virgen de los Dolores eran colocados en su canastilla, mientras las camareras preparaban las bambalinas que ellas mismas bordaran y que posteriormente tras unirlas al techo de palio serían subidas mediante un sistema de poleas, por los miembros de la junta de gobierno y mayordomía de la cofradía: José Ángel Chacón García, Rafael Algar Jiménez, Juan Algar Jiménez Leonardo Jurado López, Rafael Mármol, Jesús Luna Muñoz, Francisco Bergillos Bujalance, Jesús Ramírez Navajas, Francisco Terrero López y Jesús Jiménez Ortiz.
El trono ya estaba dispuesto para que le fueran colocados los candelabros de cola y toda la candelería que en días posteriores vería su cera.
Al igual que en días anteriores los santeros del Stmo. Cristo de la Humillación “movían” el trono del titular de la cofradía y lo trasladaban a la Parroquia de San Mateo, donde los miembros de la junta de
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gobierno aguardaba para su montaje.
Eran las manos del hermano mayor y de un reducido grupo de mayordomía, quienes trasladaron al Stmo. Cristo de la Humillación a un lugar íntimo y fuera de las miradas, para que las camareras del Cristo pudieran vestirlo para el futuro Martes Santo. Las delicadas manos de Araceli García Pino, Ana Lopera Jurado, María del Carmen Aragón Alba y María Teresa Botella Pérez sustituían el sudario de terciopelo blanco del Cristo por el de salida color blanco bordado en oro, por las propias camareras, acompañado por cíngulo dorado con borlas en oro que este Martes Santo lucirá gracias a Ana Lopera, que ha regalado dicho complemento, ayudando de esta forma a engrandecer el patrimonio de la Cofradía.
Las expertas y finas manos de las camareras del Cristo finalizaban su trabajo cuando los santeros tomaban sus andas para trasladarlo al trono que se encontraba junto a su Capilla, mientras que los miembros del grupo mayordomía preparaban a los romanos que con anterioridad subirían al trono para conformar el conjunto, siendo las jóvenes manos María Dolores Torres Bergillos, quienes dispondrían el atuendo de las imágenes.
Trabajo sin duda sincronizado y sin dejar nada al azar, calculado y milimetrado, labor imparable la de los miembros de mayordomía que poco a poco daban forma a los majestuosos pasos del Martes Santo, colocando toda la candelería del paso del Cristo.
Estar invitados a vivir los momentos en los que Ntra. Sra. de los Dolores era vestida por sus camareras, fue sin duda un honor y un deseo hecho realidad gracias a María Teresa Botella, camarera y jefa de taller de la cofradía de las Servitas, que confió plenamente en nuestro criterio y forma de trabajar. Mujer que derrocha bondad, agradable y con un saber estar exquisito, gentil, humilde al límite y sin duda artista, manos prodigiosas que la Stma. Virgen ha elegido junto con las de Ana Lopera, María del Carmen Aragón, Joaquina Burgos y María Dolores Bergillos.
Mujeres que profesan amor infinito hacia la Madre, sin pedir nada y solicitar reconocimiento, todo por y para la Stma. Virgen, todo por y para Ntra. Sra. de los Dolores. Por conocer a estas mujeres con tantísima calidad humana, amabilidad, honestidad y llenas de alegría, merece la pena estar y permanecer horas tras el objetivo, y siempre quedarán en nuestros corazones como un regalo de la Bendita Virgen.
Ataviada con la saya, rostrillo y manto que presentara y bendijera la Cofradía el pasado 14 de marzo, junto con un tocado blanco de seda salvaje y bordado de chantillí que enmarcara el rostrillo, completando el conjunto el corazón de siete puñales y corona, la Stma. Virgen lucía ante nuestras miradas para que al siguiente día todos los devotos pudieran besar su bendita mano el Viernes de Dolores.
Tras el devoto besamanos los miembros de mayordomía trasladaban a la Stma. Virgen hacia su trono donde María Teresa Botella terminaría de dar los últimos retoques y terminar su trabajo, como siempre perfecto.
Citados el Domingo de Ramos en la Casa Hermandad de la Cofradía de la Humillación, nos encontramos al Rvdo. Padre Antonio Budia, hermano fundador del taller de bordado y que durante cuarenta años ha realizado el adorno floral del trono de Ntra. Sra. de los Dolores.
De hermoso clavel blanco D. Antonio Budia junto con otros miembros de mayordomía, fue dándole forma a las ánforas y
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violeteros que posteriormente se trasladarían a la Parroquia de San Mateo para colocarlos sobre el trono de la titular Mariana.
Era ya Lunes Santo cuando Rafael Mármol comenzaba a poner fin a tantos días de esfuerzo, ornando el trono del Stmo. Cristo de la Humillación con clavel rosa y espigas. Trabajo que quedaba finalizado cuando los santeros del Stmo. Cristo y Ntra. Sra. de los Dolores (Servitas) ponían las cuñas, ayudados por los miembros de la Cofradía y las campanas que en el día de hoy sonarán para hacer realidad la santería.
La Reina de los Dolores baja la mirada con ojos resignados al dolorido cuerpo del Hijo Humillado. Y Cristo mira a su afligida Madre, fuente de Dolores, y cada corazón vierte su amor en el otro su propio dolor.
Imágenes transidas de dolor esperanzado
Humillación despeñada en el suelo,
sangre caída en la tierra.
Humillación por el aire que inflama tu heridas,
de la luz que descubre a las miradas tu desnudez.
Humillación en tu alma con angustias, completo de consuelo;
escarnecido, injuriado, agredido;
tus llagas hienden cuerpos y almas,
con la corona de espinas a cumplir tu destino.
Mirada evocadora perdida en su dolor,
hundida en el género humano,
baja, penetrando en los suelos, ceñida a la tierra;
de pregunta a la voluntad del Padre;
fija en los pasos de los hombres.
Dolor profundo y generoso;
es la silueta de Dios maltratada,
donde repta su acorralada muerte.
Dolores en las lomas de la muerte destronada.
Humillación que enmudece todos los silencios.
La mirada de la Humillación en los Dolores de la Madre.
Dolores en hilos derramada por siete puñales
que atraviesan su ala e indecible es su pena.
Crucificada en su Dolor hasta la sangre.
Reclinando la cabeza en su hombro exclama:
¡Tomadla aunque mi corazón se despedace!
¡Elevado precio la liberación de la mujer y hombre!
Dedicación de Paseíllo al Stmo. Cristo de la Humillación y Ntra. Sra. de los Dolores (Servitas)
Queremos finalizar este artículo agradeciendo a la Cofradía del Stmo. Cristo de la Humillación y Ntra. Sra. de los Dolores, por facilitarnos y abrirnos sus puertas para poder realizar nuestro trabajo. Estamos tremendamente agradecidos a José Ángel Chacón, María Teresa Botella y todos y cada una de las personas que forman la junta de gobierno de esta corporación, sin duda habéis hecho posible que podamos mostrar la tremenda labor que hacen las cofradías lucentinas, siendo un grandioso ejemplo de hermandad, esfuerzo y trabajo. GRACIAS.
Paseíllo agradece infinitamente a todas y cada una de las Cofradías, juntas de gobierno, hermanos mayores, camareras, vestidores, hermanos, sacerdotes, sacristanes, floristas, escultores, profesionales de los medios de comunicación, Videoluc TV, etc., por haber hecho posible realizar esta serie de artículos que se han realizado con la ilusión y ganas de que todos conozcamos un poco más la grandísima labor que todos realizan en pro de nuestra Semana Mayor siempre con un profundo amor hacia Ntro. Señor, la Stma. Virgen y la santería. GRACIAS.
Foto: Paseíllo