Paco Aguilera: “Hay costumbres y tradiciones que tenemos que comunicar y hacer que no se pierdan"

15 de Abril del 2016

Francisco  Aguilera Bueno es un santero que profesa una profunda devoción por María Stma. de Araceli, considerando que ser manijero de la Romería de Bajada de Nuestra Patrona es un sueño que va a ver cumplido el próximo domingo.
Este agente de seguros de cincuentaiún años que se estrenaba en Ntro. Padre Jesús del Valle a sus veinti pocos años,  solo pide a sus santeros máxima concentración en un recorrido que considera duro pero a su vez de máxima alegría.
En el Real Santuario de María Stma. de Araceli mantuvimos una emotiva e interesante charla con el manijero de la cuadrilla de María Stma. de Araceli en su Romería de Bajada, en la que pudimos conocer como afronta tan esperada manijería.
 
 
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
 
RESPUESTA: El primer motivo es la gran devoción que tanto yo como mi familia le tenemos a María Stma. de Araceli. Tocar la campana de Nuestra Madre, sea para el recorrido que sea, es lo más grande a lo que puede aspirar un santero. Quería vivir esta santería con mis santeros y sus familias. Creo que lo he conseguido. Por poneros un ejemplo, a todas mis juntas vienen los hijos de mis santeros, los momentos, las experiencias que viven esos niños, las caras de mis santeros disfrutando junto a ellos, eso no tiene precio. Es muy difícil vivir estas cosas en una santería de Semana Santa.
 
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Como ya os he comentado antes por los dos motivos, creo que a partes iguales. En la santería estos dos motivos tienen que estar siempre presentes.
 
P: Defínete a ti mismo como manijero.
 
P: Me considero un manijero muy estricto en algunos aspectos. Entiendo que hay costumbres y tradiciones que tenemos que comunicar y hacer que no se pierdan. Igualmente creo que esta manijería es muy distinta, por ejemplo, con lo que os he comentado que los niños vienen a las juntas, no me gusta ser tan estricto.
 
P:¿Qué pasos has seguido para ser manijero de la Bajada de María Stma. de Araceli?
 
R: Desde que solicité la manijería de la Bajada en 2008, he colaborado cada vez que la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli ha necesitado algo de mí. No creo que haya hecho más meritos de los que haya podido hacer cualquiera, no considero que me haya merecido esta manijería más que cualquier otra persona. La Real Archicofradía no pide absolutamente nada, simplemente que se tenga el respeto que esto conlleva y que actúes en consecuencia.
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: Simplemente he aviado a los santeros que en esta ocasión quería que la abrocharan a mi lado. He tenido en cuenta, solo que en mi opinión, fueran los más cualificados para el sitio que les tenía preparado.
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería y de dónde te viene esta afición?
 
R: Mi padre, Manolo Aguilera, que en paz descanse, fue para la mayoría de los santeros de su época, la mejor esquina izquierda de Lucena. No tuve la suerte de verle santear, pero nos inculcó este arte y esta manera de sentir la Semana Santa, tanto a mí como a mis hermanos desde muy pequeños. En mi familia o con mis amistades, la santería es el tema principal de conversación, comencé a santear en el Cristo del Valle, hace ya demasiados años.
 
 
P: ¿Cómo ves la santería actualmente?
 
R: La santería veo que goza de muy buena salud. A la juventud la veo con entrega, con mucho respeto debajo del santo y colaborando mucho más que antes con el manijero.
 
P: ¿Qué cambiarías?
 
R: Yo lo único que cambiaría es el paso que se le está dando a todos los Cristos, porque realmente se les da el mismo. Pienso que se está perdiendo la manera de santear que siempre se ha tenido en Lucena. Quiero decir, por ejemplo, que se le da a los Cristos de costado a costado; desde las patas o contrapatas delanteras hacia atrás. Eso realmente nunca ha sido así. Siempre he visto votar un Cristo desde la pata o contrapata trasera y delante los santeros han estado aguantando y firmes. Eso se está perdiendo. Cada vez se ven más los santos sueltos de la delantera. Supongo que se hace porque es más fáci. Igualmente, a las Vírgenes, todos les quieren dar el mismo paso. La Soledad por ejemplo, sí debe ir más “maceteada”, pero para cualquier otra Virgen no es su paso. En definitiva, creo que la seña de identidad de la Semana Santa y la manera de llevar los pasos se está perdiendo. Todo el mundo quiere innovar y al final lo que se está consiguiendo es llevar los pasos de forma muy parecida a como lo hacen en Málaga u otros sitios, perdiendo así la esencia de la santería de Lucena.
 
P: ¿Qué criterio has seguido para dar los sitios a tus santeros?
 
R: Cuando he aviado a un santero, su sitio ya lo tenía en mente. Simplemente he tenido en cuenta la altura, experiencia y que sea el más adecuado para ese sitio, tal y como siempre hemos hecho mis hermanos y yo cuando nos ha tocado mandar un paso.
 
P: Cuéntanos cómo se están desarrollando tus juntas
 
R: Bueno, estas juntas son muy diferentes a las que se celebran en Semana Santa, son más alegres y pegan cosas que quizás en las juntas de Semana Santa no encajan. Aunque también tienen su rato de seriedad y de contras. Porque eso no puede faltar, al fin de al cabo es santería y además bastante dura.
 
P: ¿En qué se diferencian estas juntas de las de Semana Santa?
 
Tienen la alegría de que están acompañadas por el himno, a todas vienen los niños de los santeros y disfrutan junto con nosotros. Además que no nos dejan de sorprender, porque ellos durante las juntas están jugando y van un poco a su aire, pero en el momento que comenzamos a cantar el himno o a tirar cohetes, vienen corriendo a estar junto a nosotros. Es precioso verles las caras cuando ven a sus padres.
 
P: Hasta el momento, ¿qué destacas positivamente de ser manijero?
 
R: Realmente nunca habría pensado que se podría disfrutar de una manijería tanto como lo estoy haciendo. Esto es otra historia, es espectacular. El apoyo de la familia, los amigos y de gente que no conoces. Todo es positivo.
 
 
P: ¿Y algo negativo de ser manijero?
 
R: Nada. No puedo decir que haya nada negativo de esta manijería. Sí puedo decir que estas manijerías se otorgan muy tarde. Tienes muy poco tiempo, porque se cruzan las juntas con las de la Semana Santa y hay que hacer las juntas en viernes o domingo, aunque te gustaría hacerlas en sábado. Vería mejor que se otorgaran estas manijerías un poquito antes, en septiembre por ejemplo. Así se podría hacer más juntas antes de empezar de lleno con la cuaresma. Daría más tiempo a disfrutar de esto que es tan grande.
 
P: Algo en lo que harás un especial hincapié para que salga como tú quieres el próximo domingo.
 
R: En el primer tramo del recorrido. Creo que por su dureza y complejidad merece el cien por cien de la concentración de todos y cada uno de mis santeros. Gran parte del éxito del resto de la santería, depende de que ese primer tramo salga bien.
 
P: ¿Cuál es la parte del recorrido que más te gusta?
 
R: Me gusta todo. La salida con la plazoleta que no coge ni un alfiler, el primer tramo con los lucentinos a tu alrededor animándote y cantando, el recibimiento en la Puerta la Mina, la Plaza Nueva y San Mateo a rebosar esperándote. Todos son momentos emocionantes. Dar la vuelta en la ronda y encarar la calle Maquedano, con toda Lucena delante disfrutando de Ntra. Madre y que te empiecen a caer pétalos, eso es insuperable.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: Es otro aspecto más que se debe cuidar. No le veo mayor ni menor importancia que a cualquier otro, esto de la santería es un arte y como tal, para que sea merecedor de ese nombre, tiene que estar cuidado hasta el último detalle.
 
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: Eso nunca viene mal, pero no es lo más importante ni mucho menos. Le doy más importancia a que tenga afición, que le guste, que lo vea con sentimiento, como algo suyo, como una seña de identidad. Si a todo esto le sumas una buena preparación física, pues mejor que mejor.
 
P: Algo que recomendarías a los aficionados a la santería que no se pierdan de tu manijería.
 
R: En mi mente está hacerlo lo mejor posible en todo el recorrido. El buen aficionado ya tiene elegido ese sitio donde le gusta particularmente ver a la Virgen. Espero no decepcionar a ninguno de ellos.
 
 
P: ¿Cuál crees que es el número adecuado de juntas para una santería?
 
R: Pues las que el calendario te permita. Siempre y cuando tú como manijero notes que no estás saturando a tus santeros. Eso depende de cada cuadrilla.
 
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de la santería?
 
R: Yo entiendo que de santería se debe hablar siempre en todas las juntas, no vas a hablar de toros, ¿no? Creo que no debe ser algo ni repetitivo ni demasiado extenso. A mi entender, las cosas se dicen una vez y se recuerdan otra, el resto ya esta sobrando. Hablar de santería no es solo hablar del recorrido. Hay que transmitir los valores aprendidos y las reglas de comportamiento. En fin, tantas y tantas cosas que conlleva este arte.
 
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas.
 
R: Que nunca lo has aprendido todo y que nunca des por hecho que te mereces algo.
 
P: ¿Desde que un manijero te avía, hasta que el paso queda en los bancos se viven muchos momentos, ¿con cuál de ellos te quedas?
 
R: Todos tienen un sentimiento especial. La alegría de cuando te avían o te dan un sitio no esperado, los nervios junto al paso antes de echarlo a tu hombro, el sentimiento entre alegría de haber acabado bien y tristeza porque ya se acabó cuando lo dejas en los bancos. Para mí, el mejor es cuando debajo del santo estás en esa parte del recorrido, en ese punto que todos hemos vivido, en el que te das cuenta de que aquello va bien, que se puede, y que con toda seguridad se va a terminar bien. Ese momento, para mí, es la realización como santero. Es cuando más se disfruta y te llenas de orgullo santero.
 
P: ¿A qué crees que se debe la dificultad que en la actualidad tienen algunas cofradías para otorgar sus manijerías?
 
R: No lo sé. Supongo que los recorridos. Hay que tener en cuenta que cuando han cambiado el recorrido del Valle han recibido más cartas para las manijerías, porque el recorrido es más santero. En definitiva a los santeros lo que nos gusta es un recorrido que se desarrolle por el centro, que sea santero y que tenga su grado de dificultad. Si hablamos de la Cofradía del Carmen, pienso que el problema radica en los tronos. Bajo mi punto de vista deberían renovar los tronos, hacerlos más ligeros para que gente joven puedan santearlos.
 
 
P: ¿Crees que en una santería debe ir todo pensado o hay que dejar algo a la improvisación?
 
R: Debe ir pensado todo y luego quieras o no, seguro que algo habrá que improvisar.
 
P: Háblanos de tus tambores.
 
R: Los tambores son una de las partes más importantes en una santería. No tenía la más mínima duda de a quien tenía que aviar. Para mí, son sin querer menospreciar a nadie, los mejores de Lucena. Cada junta me demuestran su implicación, veo que viven esta santería como uno más de la cuadrilla, con la misma ilusión. Junta tras junta, con sus detalles me demuestran que he acertado plenamente al aviarlos.
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Dar las gracias a la Real Archicofradía, a su Junta de Gobierno, a mi cuadrilla, a mi familia, a mi mujer e hijas y a todos aquellos que de una manera u otra han contribuido a que esté viviendo todos estos momentos y emociones. No podía imaginar que se pudiera disfrutar tanto de una manijería, gracias. ¡VIVA NTRA. MADRE!
 
 
 
 
 
 
 
Foto: paseillo.es
 
 

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