Paco Moreno: “En estas juntas el santero puede llegar a querer ser hermano de esta cofradía"

13 de Febrero del 2016

Paco Moreno Carmona es un santero que desde su niñez ha compartido su pasión por la santería y la devoción al Stmo. Cristo de la Salud y Misericordia.
Este frigorista de 33 años que se estrenaba en Ntra. Señora de los Dolores “Servitas” en 1999, está disfrutando de esta manijería junto a sus amigos, con los que ha compartido santerías desde sus comienzos.
En la casa-hermandad de la Cofradía del “Silencio” tuvimos la oportunidad de disfrutar con el manijero del Stmo. Cristo de la Salud y Misericorda (http://paseillo.es/trono/stmo-cristo-de-la-salud-y-misericordia-silencio/605), unos momentos en los que nos habló de este sueño, que poco a poco se va haciendo realidad.
 
 
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
 
RESPUESTA: El motivo básico y principal es lo que siento por este Cristo. En mi casa siempre se ha vivido esta cofradía. Mi padre fue uno de los fundadores de la Hermandad de los Tambores Enlutados. Para mí es un sueño más que una manijería. Es un sueño que si Dios quiere, el próximo 24 de marzo se hará realidad.
 
P: Descríbete a ti mismo como manijero.
 
R: Me veo más tranquilo de lo que yo esperaba. Lo estoy disfrutando mucho e incluso diría que me está hasta gustando ser manijero.
 
P: ¿Qué pasos has seguido hasta ser manijero del Cristo del Silencio?
 
R: Esta cofradía es muy particular en el tema de solicitar la manijería del Cristo. Tienes que cumplir una serie de condiciones que requieren los estatutos. Hay que ser hermano desde hace más de cuatro años y tener la mayoría de edad, simplemente con eso ya puedes solicitar la manijería. No te exigen colaboración hasta que eres manijero, solo lo que tu quieras colaborar con ellos.
 
P: ¿Crees que los requisitos que pide esta cofradía para solicitar la manijería hacen que la mayoría de los manijeros lo sean por devoción?
 
R: El hermano de la Cofradía del Silencio que quiere estar aquí, lo está con todo el corazón del mundo. Eso hace que los manijeros sientan más devoción por el Cristo. No quiero decir que los hermanos de otras cofradías no sientan devoción cuando son manijeros. Veo que en esta cofradía se vive la devoción hacia el Cristo y los manijeros al ser hermanos y vivir desde dentro la cofradía, pueden vivir sus manijerías desde la devoción.
 
P: ¿Es la primera vez que solicitabas la manijería?
 
R: No. La había pedido en cuatro ocasiones, en distintos años no correlativos.
 
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
 
R: Sin duda por devoción. La santería es mi mundo y es muy importante dentro de mi vida. Esta santería en sí es más devocional que santeril. Si incluyes que en tu casa se vive esta cofradía y es tu Cristo, evidentemente es una manijería que la realizas por devoción. A la vez es gratificante como santería.
 
 
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
 
R: Casi a la totalidad de los santeros los he aviado en sus casas, exceptuando a dos o tres santeros que sí estuve hablando con ellos para explicarles un poco los sitios. Las santeros que iban a llevar los repisones y varales quise comentárselo personalmente y que no hubiera luego problemas. El noventa y tantos por ciento los he aviado en su casa.
 
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería y de dónde te viene esta afición?
 
R: Supongo que como empezamos todos, con las procesiones infantiles. En mi casa se ha mamado la santería. Mi abuelo era santero, mi padre, mi tío, que en paz descanse y mi hermano son de tradición santera. De todos ellos solo he podido amarrarla con mi hermano. Es un orgullo tener el sobrenombre que tiene mi familia que es "Mellizo" y honrarlo cada vez que me visto de santero. Esto me viene de familia.
 
P: ¿Cómo ves la santería actualmente?
 
R: La veo bien. Se tiene un respeto importante tanto al manijero como a las pautas que marca la santería durante todo el año. Se cumple con las cofradías, que gracias a ellas tenemos las manijerías. Creo que hay bastante respeto en las juntas. Los santeros viven cada vez con más emoción las juntas y se ven con muchas ganas. Yo la veo bastante bien.
 
P: ¿Cambiarías algo de la santería?
 
R:  La verdad es que no veo que haya que tocar nada de la santería de momento. Quizás somos muy perfeccionistas y queremos que salga todo demasiado perfecto. Eso puede ser bueno, pero a veces es malo. Para salir todo perfecto tiene que ir todo preparado al cien por cien, es complicado. La santería en la calle es una suerte y no se puede calcular cómo van a salir las cosas.
 
P: ¿Qué criterio has seguido para darle los sitios a tus santeros?
 
R: Primordialmente amistad. Gracias a Dios tengo una charpa de amigos que son santeros. Llevamos muchísimos años santeando juntos, unos quince o veinte años. He mirado sobre todo la experiencia que tienen en este mundo de la santería. Los esquineros son gente que ya vienen casi de vuelta de esto y tiene una experiencia bastante importante en grandes pasos, incluso de manijeros. Los demás sitios igual, gente con experiencia en contraesquinas, patas y contrapatas también. Los santeros con un poco menos de experiencia llevan los varales y los repisones. Son gente joven que viene con mucha fuerza, apretando fuerte y sobre todo son muy buenos santeros.
 
P: Algo en lo que harás especial hincapié para que salga como tú quieres la madrugada del Jueves Santo.
 
R: Yo les pido a mis santeros que santeen como saben. A mis trompetas les digo que se luzcan con ese toque y a mis tambores les pido que nos den esa pausa y esa alegría cuando haga falta. Les pediré que tengan capacidad de sufrimiento en los momentos que vamos a tener y por supuesto que le hagamos santería, para los devotos que están deseando ver el Cristo del Silencio en la calle.
 
 
P: ¿Cuál es la parte del recorrido que ves con mayor dificultad?
 
R: Evidentemente la cuesta del Castillo, la subida de las escaleras del Coso y la cuesta del Reloj, son momentos de sacrificio y de dificultad. Vamos a intentar hacerlo lo más dignamente posible para que se luzca. Son momentos en los que el Cristo luce con un esplendor impresionante y son momentos muy especiales para la cofradía. Es lo que queremos todos, sobre todo el manijero. Siempre se quiere que el Cristo se vea lo más hermoso y majestuoso posible, sobre todo en esos dos puntos importantes de esta santería.
 
P: ¿Cuál es la parte que más te gusta de recorrido?
 
R: Desde niño he soñado con esta santería. No sabría decirte qué parte del recorrido es la más bonita. He estado muchísimos años alumbrando o con el tambor y todo su recorrido me encanta. No puedo elegir.
 
P: ¿Qué indicaciones darás a tu cuadrilla para subir las escaleras del Coso?
 
R: Nunca he sido santero del Silencio, y es un detalle que hay que tener muy en cuenta. Tengo la suerte que mi hermano Pepe fue manijero del Cristo algunos de mis santeros han salido. Estamos hablando y viendo vídeos, para que la cosa vaya lo mejor posible. La única manera que yo veo para subir bien las escaleras es que la delantera, obviamente sin horquillas, vaya bajando un poquito conforme suban, y la trasera ir santeando normalmente. Llegará un momento que la delantera lo tendremos prácticamente en las rodillas y cuando vayamos llegando al último escalón tenemos que ir igualando con la trasera. Es la única manera que puede ser mejor.
 
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
 
R: La estética es importante, sobre todo hoy día. Como queremos ser tan perfeccionistas en este mundo, la estética también forma parte de esa perfección. Todo tiene que ir acompañado de que el santero tenga poderío y pueda con su pedazo. Si se cumplen las dos cosas es el santero ideal. Lo importante es que en los momentos de más dificultad o exigencia, debe predominar el poderío más que la estética.
 
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
 
R: No creo que se haga un esfuerzo que requiera una exigencia física. Tu corazón, devoción y lo que el manijero te ha transmitido en las diferentes juntas es más que el mismo físico. Si el manijero te ha sabido inculcar lo que su la manijería significa para él y estás dispuesto a hacerlo bien, no creo que haga falta estar físicamente preparado.
 
P: ¿Qué recomendarías a los aficionados a la santería que no se pierdan de tu manijería?
 
R: Los buenos aficionados sabemos dónde tenemos que ir para ver al santero. En este Cristo, aunque parezca desde fuera que no, hay muchos sitios y momentos en los que los grandes aficionados van a ver al santero. La santería del “Silencio” tiene más cosas santeras de lo que la gente piensa. Yo le diría que vengan a ver al Cristo y vean también la santería que le vamos a hacer. Les diría que no se pierdan la cuesta del Castillo y a partir del casino, que es donde el santero tiene que estar al cien por cien. En esa parte la asistencia de púbico decae un poco y animaría a la gente a que fuera a verlo. Les recomiendo que no se pierdan tampoco la cuesta del Reloj.
 
P: Hasta el momento, ¿qué destacas positivamente de ser manijero?
 
R: Lo destaco todo, porque estoy teniendo una suerte impresionante con esta cuadrilla y con la cofradía. Se están volcando de una manera espectacular desde mayo que empezamos, hasta ahora. Todo ha ido en buena armonía, amistad y santería pura y dura. Estoy disfrutando muchísimo de ser manijero.
 
 
P: ¿Y algo negativo?
 
R: De momento nada y espero que lo culminemos sin ningún problema.
 
P: ¿Cuál crees que es el número adecuado de juntas que debe tener una santería?
 
R: Unas seis juntas, incluyendo copas. No veo bien que se deba agobiar a los santeros.
 
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de santería?
 
R: En mi caso lo he tenido claro desde primera hora. Hablaré de santería en la junta marca. Puedes dar pinceladas en otras juntas, pero yo aún no lo he hecho. En la junta marca ya está todo más cercano y estamos con la mente centrada en lo que vamos a hacer. Es el mejor momento, por lo menos para mí.
 
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas.
 
R: Cuando santeé por primera vez mi padre me dijo: “Aquí no se está por gusto, se está por devoción, por humildad y por sacrificio”. Esos tres valores siempre los he tenido en mente cada vez que he salido debajo de la madera.
 
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
 
R: No lo veo ni bien ni mal.Yo lo he hecho alguna vez. Un año santeé dos veces en Semana Santa. Lo peor es el problema de las juntas y no querer defraudar a un manijero ni a otro en la santería. Cada vez es más normal que no se salga dos veces.
 
P: Dinos una santería del “Silencio” que te haya gustado y sea referente para tu manijería.
 
R: Aunque resulte muy lejana, tengo bastante vista la de mi hermano José Antonio Moreno Carmona.
 
P: ¿Qué destacas de aquella santería?
 
R: Los valores tan fuertes y la amistad que tenía esa cuadrilla.Tuve la oportunidad de vivir con mi hermano esas juntas. En la calle había una amistad palpable, hicieron mucha piña y salió todo perfecto. Espero que seamos capaces de repetir esa santería tan grande del año 1991.
 
 
P: ¿Qué crees que está ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
 
R: Es muy triste que se queden pasos sin salir a la calle. Sí es verdad que cada vez hay más procesiones. Ser manijero es difícil y te acarrea muchos problemas. Hay que tener un nivel económico y saber ser manijero, por supuesto.
 
P: ¿Crees que en una santería hay que llevarlo todo calculado o dejar algo a la improvisación?
 
R: Hay que llevar atados los momentos claves, porque luego te puede surgir un pequeño o gran problema sobre la marcha y cuanto más coordinada esté la cuadrilla, mejor va a salir. En este caso la subida de la cuesta del Castillo y la subida de las escaleras del Coso hay que llevarlo bien hablado. Los puntos claves hay que tenerlos muy atados.
 
P: Actualmente hay santeros que debido a la situación económica rechazan santerías, por el gasto que supone. Dinos tu opinión.
 
R: No conozco de primera mano ningún caso, pero si es verdad que estamos viviendo momentos bastantes regulares. El manijero tiene que ser un poco exigente, pero dentro de lo posible. Está claro que hay cumplir con la cofradía, porque ellos tienen su vía económica en los hermanos y santeros. Creo que hay que saber a quién se le puede exigir o no. Si tú quieres contar con un hombre pero no está en sus mejores momentos económicos, un manijero tiene que ser consecuente con ello.
 
P: Desde que un manijero te avía hasta que el paso queda en los bancos se viven muchísimos momentos, ¿con cuál te quedas?
 
R: El momento en que un manijero te avía es muy especial. Me gusta como lo he hecho en mi santería, que es en la casa del santero. Ese momento lo veo muy bonito. Por supuesto la junta sitios y la junta marca son los días más bonitos para el santero y para el manijero.
 
P: Háblanos de tus tambores.
 
R: Llevo tres tambores que tienen una experiencia bastante importante en esta santería. Le han tocado muchísimas veces a este Cristo. Son Nicolás Vázquez, Miguel Rey y Paco Ramírez. A parte de ser buenos amigos míos con los que he santeado en muchas ocasiones, son grandísimos tamboreros. Tengo plena confianza en ellos para que el próximo 24 de Marzo nos den el paso que necesita este Cristo.
 
P: ¿Has hablado con ellos del paso?
 
R:Todavía no. Dentro de poco nos juntaremos y empezaremos a perfilar el toque que va a llevar en la “madrugá” del Jueves Santo el Cristo del Silencio.
 
P: ¿Cuál crees que es paso adecuado para el Cristo del Silencio?
 
R: El paso adecuado es un paso corto. No soy muy entendido del tambor, pero ellos siempre me intentan tocar lo que han hecho en años anteriores. Lo que sí está claro es que me voy a dejar aconsejar plenamente por ellos, por eso he ido en busca de ellos.
 
P: ¿Son distintas las juntas del “Silencio” a las del resto de pasos?
 
R: Sí. Yo diría que son un poquito más emotivas, salvando las distancias de cualquier otro paso. Si el manijero, siempre insisto en esto, es capaz de inculcar los valores que tiene hacia esta cofradía a sus santeros y es capaz de inculcarlo con estos momentos que nos regala la trompeta y los tambores, llega un momento en que cualquier santero puede llegar a querer ser hermano de esta cofradía.
 
P: ¿Cómo es una junta del “Silencio”?
 
R: Siempre empieza como cualquier otra junta, pero a medida que va avanzando te envuelve el toque de la trompeta que le da algo especial. Tienen mucha emotividad. Terminamos llorando casi en todas las juntas, por lo menos yo.
 
P: ¿Un consejo que le darías a un santero que se estrena este año en nuestra Semana Santa?
 
R: Que lo viva, que disfrute cada momento. Como todo en la vida, la primera vez es la que te marca para el resto. Ojalá tenga un gran estreno, para que lo recuerde y siga en este arte muchos años más.
 
P: ¿Algo más que añadir?
 
R: Quiero agradecer a la junta de gobierno y al hermano mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Salud y Misericordia por haberme otorgado esta campana. Quiero también dar las gracias a mi familia y amigos por la colaboración que están teniendo conmigo. Gracias.
 
 
 
Foto: paseillo.es

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