Este feriante que se estrenaba en el Cristo del Valle cuando tenía 16 años, desea ante todo pasear con dignidad a la titular de la Cofradía del Resucitado y pide a sus santeros formalidad y concentración el Domingo de Resurrección.
En el claustro del Convento de los RR.PP Franciscanos el equipo de paseillo.es tuvo la oportunidad de conocer a este manijero enamorado de nuestra Semana Santa y de la santería, que nos habló de cómo está afrontando su sexta manijería.
PREGUNTA: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
RESPUESTA: Un amigo me dijo que esta Virgen no tenía manijero y me animó a pedirla. Yo me decidí a solicitar la manijería y aquí estamos.
P: ¿Has sido manijero en más ocasiones?
R: Sí. He sido cinco veces manijero y esta mi es mi sexta manijería. Del Cristo del Valle fui dos y de la Amargura tres veces.
P: Defínete a ti mismo como manijero.
R: Creo que soy un buen manijero. Yo quiero que esto salga bien y que paseemos con dignidad a esta Virgen, pudiendo con ella. Me gusta mucho la santería y vivir las juntas. Cuando tengo que ponerme en mi sitio, me pongo.
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
R: He aviado a todos mis amigos. Esto ha sido muy tarde, pero santeros he tenido de sobra. Había muchos amigos que querían salir y he tenido que decirle a mucha gente que no. No he ido a casa de ninguno, los he llamado, les he dicho que soy manijero de la Virgen de los Ángeles y si quieren venir conmigo. Sin protocolo, nunca me ha gustado eso de ir a casa de la gente para aviarlos.
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería?
R: Desde niño me gusta mucho la santería y salía en las procesiones infantiles. A mí me gusta mucho y gracias a Dios aún puedo santear. Todo el que es amigo mío que mande un santo, sabe que puede contar conmigo y puede estar muy tranquilo que yo salgo donde sea y en el sitio que sea.
P: ¿De dónde te viene esta afición?
R: De niño no me perdía la Semana Santa. A mi hijo le pasa exactamente lo mismo, no se pierde una procesión y le gusta ir delante de todos los santos. A mí me llena la santería, es una tradición de Lucena y me encanta. Mi padre salió santeando en alguna ocasión.
P: ¿Cómo ves la santería actualmente?
R: La veo regular. Es una pena lo que está pasando, que se queden santos sin salir con tantos santeros como hay en Lucena. Hay muchos que en la calle dicen que son santeros. Si eres santero y te gusta tienes que santear. Los santeros no debemos consentir que se queden pasos encerrados. Este camino que está cogiendo la santería no me gusta.
P: ¿Qué cambiarías de la santería?
R: A mí me gustaría que todo el mundo sacara un santo por lo menos una vez en la vida. Los jóvenes de hoy tendrían que sacar los pasos, para que ninguno se quedara encerrado. Todo el mundo tira por los “santos grandes”. Los santeros solamente quieren salir de la capilla y de San Mateo. Creo que todos los pasos tienen que salir, porque son muy bonitos.
P: ¿Qué criterio has seguido para darle los sitios a tus santeros?
R: He tenido en cuenta la altura de los hombres y la experiencia. En los repisones llevo a gente buena que aún no se ha estrenado. Me gusta dar a la gente la oportunidad para que prueben la santería.
P: Algo en que harás especial hincapié para que salga como tú quieres el Domingo de Resurrección.
R: Sé que mi cuadrilla va a hacer todo lo que yo les diga. Insistiré en el tema de las horquillas, porque si no se sujetan bien pueden machacar una cuadrilla. Cuando acaben los horquillos y toque, no quiero que la Virgen se mueva. Cuando vayamos santeando quiero formalidad y que nadie se distraiga.
P: Un punto del recorrido que ves con mayor dificultad.
R: Tal y como están las calles, creo que los repisones y varales van a sufrir mucho y habrá que ayudarles. La esquina del Coso con la calle Juan Valera es el único punto que veo conflictivo.
P: ¿Cuál es la parte del recorrido que más te gusta?
R: La Cuesta del Reloj me encanta y la “Vuelta de la Llave”.
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
R: Creo que los santeros tienen que ir bien vestidos. Vamos a pasear a una Virgen preciosa y hay que ir bien arreglados y bien puestos.
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
R: No. Esto tiene que gustarte y hay que tener mucha voluntad. No creo que haga falta una preparación, pero es mejor que el santero esté fuerte.
P: Algo que le recomendarías a los aficionados a la santería que no se pierdan de tu manijería.
R: El Domingo de Resurrección es muy bonito y no me gustaría que nadie se lo perdiera.
P: ¿Qué te lleva a solicitar las manijerías de pasos que se encuentran sin manijero en tantas ocasiones?
R: Me daría mucha pena que esto se perdiera. Mientras yo pueda y me entere que hay algún paso sin manijero no me importará sacarlo. Yo he vivido en el Valle y me gusta aquello mucho, cuando no tenían manijero yo los sacaba. Cuando estaba allí el asilo, me gustaba ver a los abuelitos mirando cuando nos íbamos y cuando volvíamos. Si me entero que se va a quedar algún paso sin salir, hablo con mis amigos y lo pedimos. A mí no me importa sacar cualquier santo. Nos averiguamos como sea.
P: ¿Qué crees que está pasando en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
R: En parte lo achaco a la economía, aunque las cofradías te lo ponen todo. Hoy lo raro es que tengas que pagar flores o banda de música. Yo lo veo más fácil que antes. Lo que hace falta es un puñado de amigos y si el manijero no tiene dinero, pues hay que echarle una mano. Entre todos se puede costear una santería y no tiene porque quedarse ningún santo sin manijero.
P: ¿Es costoso ser manijero?
R: No. Te gastas lo que tú te quieres gastar. En las juntas no hace falta pegarse ninguna vacilada, no hace falta poner en una junta carabineros ni nada de eso. Con jamón, queso, vino, cerveza y poco más puede salir una cosa graciosa y te lo puedes pasar bien. Cada uno puede gastarse lo que quiera, eso está claro. Mi primera junta la pagué yo, no me costó mucho y sobró hasta comida.
P: ¿Cuántas juntas crees que son necesarias en una santería?
R: Con una por esquina creo que es suficiente. No hace falta más. Hay manijeros que quieren estar todos los fines de semana junta, pero yo veo absurdo gastar por gastar en cosas innecesarias.
P: ¿Qué destacas positivamente de ser manijero?
R: No lo sé. Yo me encuentro muy contento y a gusto. Desde que cogí la campana estoy muy entusiasmado, me veo muy bien y mi familia está muy contenta. Una manijería da alegría en una casa.
P: ¿Algo negativo de ser manijero?
R: Yo no le encuentro nada negativo. Creo que en algunas santerías el problema es la familia, porque esto hace que estés fuera de tu casa muchas horas.
P: ¿Qué le dirías a alguien que esté pensando en pedir uno de los pasos que aún se encuentra sin manijero?
R: Que no lo dude y lo haga. Los santos pesan lo que tienen que pesar, pero si todos van a una la cosa sale bien. Los chavales se tienen que animar a solicitar las manijerías, que una junta se paga aportando todos un poco y ya está. Es muy bonito ver todos los santos en la calle, que se animen y que salgan.
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de santería?
R: En la última junta y en el café, para que a la cuadrilla no se le olvide.
P: Un consejo de santería que te dio alguien y nunca olvidas.
R: Mi padre me dijo que si me metía debajo de la madera, que fuera para darlo todo, si me metía en algo que fuera adelante. Mi padre me ataba la almohadilla siempre y desde que no está me la ato yo solo. Mi padre me daba muy buenos consejos.
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
R: Que si pueden y les gusta, pues adelante. Yo he sido muy basto para la santería, he salido dos y tres veces en Semana Santa. Lo peor son las juntas, porque te pueden coincidir. Por lo demás lo veo bien, siempre que el santero pueda.
P: Una santería de los Ángeles que sea referente para tu santería.
R: Las veces que yo he salido me ha gustado mucho. Yo tengo mi idea de pasearla, que a lo mejor coincide con la de cualquiera. Yo quiero ir a medio pasito y andando. No quiero que la Virgen se duerma.
P: ¿Has hablado con tus tambores del paso?
R: No. En la próxima junta hablaré con ellos y les diré el paso que vamos a llevar y lo que yo quiero.
P: Háblanos de tus tambores.
R: Son Rafael Blázquez y su hermano. Son unos muchachos muy apaños. En el momento que me dieron la hablé con ellos. También llevo a Raúl Caballero y otro tamborero que su abuelo me insistió para que lo sacara y por supuesto que sale conmigo, porque toca muy bien, es José Fernando Luque.
P: Son muchos los momentos que se viven en una santería desde que el manijero te avía hasta que queda el paso en los bancos, ¿con qué momento te quedas?
R: La salida es lo que más me gusta. Si eres manijero, cuando te dan la manijería.
P: ¿Crees que en la santería debe ir todo medido o dejar algo a la improvisación?
R: Creo que lo mejor es ver cómo va la cosa en la calle. Por mucho que pienses, luego la cosa puede cambiar. En la calle no sabes lo que te espera. Puedes tener una cosa pensada y luego tienes que cambiar e improvisar. Yo quiero dar los horquillos casi todos iguales.
P: Un consejo que le darías a un santero que salga este año por primera vez.
R: Que se pegue al corte y lo haga bien. En mi cuadrilla llevo a un muchacho de Granada que estaba loquito por salir. Hay que darle la oportunidad a todo el mundo que quiera probar la santería.
P: ¿Algo más que añadir?
R: Quiero decir a los jóvenes de Lucena que miren por la santería. Esto es nuestro y ellos son lo que tienen que pedir los pasos, para que esto no se pierda. No me gustaría que se quedaran algunos pasos en las iglesias. Gracias.
Foto: paseillo.es