El pasado sábado 14 de noviembre daba comienzo la II Peregrinación de Jovénes de la Diócesis de Córdoba a la aldea del Rocío, actividad en la que participaban 29  jóvenes lucentinos que se sumaban a los casi 500 peregrinos de las hermandades del Rocío de Códoba, Puente Genil, Priego y Cabra.

Con motivo del éxito de la pasada edición, el grupo de jóvenes de las filiales cordobesas decidieron volver a revivir la experiencia, consiguiendo en esta ocasión reunir a multitud de jóvenes que iniciaban la peregrinación desde el pueblo de Almonte hasta la aldea del Rocío. Los jóvenes de las hermandades de Córdoba y provincia realizaron el camino entre rezos y cantos, llegando a la Ermita del Rocío para rezar a las plantas de la Blanca Paloma.

La jornada del sábado concluía con la llegada de los jóvenes a la casa de hermandad cordobesa, el oportuno reparto de habitaciones  y la cena de convivencia.

En la mañana del domingo los jóvenes asistían a la ponencia “Jóvenes cofrades y rocieros: no somos tan distintos”, ofrecida por el presidente de la hermandad matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales. A su término, el grupo se reunía en la Ermita del Rocío ante la Reina Marismeña para asistir a la celebración de la Eucaristía que conmemoraría la segunda edición de “Rocío por la Fe”. 

Con el almuerzo y regreso a sus municipios se daba por concluido el encuentro entre jóvenes de la Diócesis de Córdoba, que por segundo año consecutivo han demostrado el amor que profesan por la Santísima Virgen en su advocación del Rocío.

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Foto: Alberto Almagro