A las 20:30 horas de la noche de ayer, Sábado de Pasión, daba comienzo el solemne acto del Pregón de Semana Santa, a cargo de Aurelio Fernández García, quien tuvo como presentador a Juan Carlos Nieto Villa.
El pórtico a este solemne acto fue abierto por la Banda de Música de Lucena, bajo la dirección de Miguel Ángel Gómez Moreno con la marcha “Cofradías de Lucena” del autor lucentino Fernando Chicano Muñoz.
El acto dio comienzo con la lectura de la Palabra según San Mateo (16,18-21), a cargo de José Jiménez Pino, secretario de la Agrupación de Cofradías, quien tras el saludo oficial, leyó el levantamiento del acta en el que se describía la consideración de asignación del Premio Cofrade Manolo Ramírez, recayendo en este año 2016 esta distinción en Francisco Nieva Ramírez.
Francisco de Asís Requerey Ramírez, presidente de la Agrupación de Cofradías entregó el galardón a Francisco Nieva. El premiado, en unas breves y emocionadas palabras agradeció a la Junta de Oficiales de la Agrupación de Cofradías el galardón, que describió como inesperado y grandioso. Especialmente en su agradecimiento nombró a la cofradía del Stmo. Cristo de la Sangre y María Stma. del Mayor Dolor.
Tras la interpretación de la marcha “Caridad del Guadalquivir”, por la Banda de Música de Lucena, Juan Carlos Nieto Villa, inició la presentación agradeciendo al pregonero, al que considera un hermano y amigo regalado por la providencia, así como la confianza depositada en él para presentarlo.
Juan Carlos Nieto hacía una mención especial a Francisco Nieva con el que comparte grandes pasiones, como la Coral Lucentina y la Cofradía de la Sangre.
Nacido en el seno de una familia cristiana y santera, Aurelio Fernández es cofrade y hermano de la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, compartió largas horas durante sus estudios universitarios con el presentador. Profesor de matemáticas, inició su carrera como docente en el IES Marques de Comares, siendo en la actualidad director y profesor del IES Sierra de Aras.
Miembro activo de distintas cofradías lucentinas, del grupo cantor del Miserere de Nuestro Padre y del grupo de Campanilleros de la Aurora. Aurelio Fernández era descrito por su gran amigo Juan Carlos, como un santero siempre comprometido con sus manijeros y con una dilatada trayectoria santera que se iniciaba en 1990.
El presentador pidió al pregonero que recordara aquel Viernes Santo del año 2009 en el que compartieron la santería de Ntra. Sra. del Socorro, inolvidable para ambos y que culminaría en un sueño santero perseguido desde la niñez.
Juan Carlos finalizaba su presentación rezando de la mejor forma que confesaba que sabía hacerlo, con música.
Aurelio Fernández iniciaba su pregón agradeciendo a Francisco Requerey la confianza depositada en él para pregonar la Semana Santa de este 2016, unidos por la amistad originada a través de la devoción a María Stma. de la Aurora y afianzada por la manijería de María Stma. de Araceli, en la que el presidente de la Agrupación de cofradías contó con el pregonero para su cuadrilla. Igualmente Fernández García agradecía las palabras de Juan Carlos, al que nombraba como tercer hermano y con el que ha compartido risas, llantos, alegrías y tristezas, éxitos y fracasos.
El pregonero presentaba un pregón muy personal, en el que los asistentes oirían el testimonio de un cofrade y santero apasionado de nuestra Semana Mayor, que la vive con intensidad cada día y durante todo el año.
La Madrugada del Viernes Santo en casa de un santero del Señor y los momentos en los que se viste de “morao”, eran los protagonistas del primer fragmento del pregón. El paseíllo en la “madrugá” era recordado por el pregonero como el instante en el que el santero de Nuestro Padre iba a la iglesia para llevar a Jesús sobre sus hombros, sentir el peso de su cruz y decir al pueblo de Lucena: “Soy santero, soy cristiano y voy así vestido porque es como en mi pueblo se visten los hombres”. La entrada en la capilla, los momentos de espera y la esperada llegada de las seis para que le pueblo vea a Nuestro Padre los rememoraba Aurelio Fernández como algunas de las grandes vivencias que tuvo la oportunidad de sentir siendo su santero en 2009.
El pregonero nos trasladaba al Lunes Santo y la Cofradía Franciscana de Pasión, de la que es hermano y perteneció a su junta de gobierno. Mencionando a Fray Eleuterio, Fray Rafael Arcos y Fray Guillermo, resaltó la labor de estos frailes en el pueblo de Lucena y en su propia formación cristiana.
“Los cofrades debemos ser no solo cristianos, sino cristianos ejemplares”
Ejemplares fueron las palabras del pregonero dirigidas al cofrade que le recordaba su función principal y fundamental. Siendo digno ejemplo para todos el premio Manolo Ramírez 2016, Francisco Nieva definido por Aurelio Fernández como “Un hombre que honra a todos los que nos llamamos cofrades”. De igual forma, el pregonero resaltaba la función evangelizadora de las cofradías y la iglesia, debiendo dirigirse necesariamente a los más jóvenes; siendo este el punto de partida, para que las cofradías fomenten la devoción hacia sus titulares.
Fernández García lanzaba un mensaje a todos los padres, señalándoles la importancia de ser dignos ejemplos de respeto por nuestras tradiciones.
El pregonero describía el día que abre nuestra Semana Mayor, con las vivencias de un nieto junto a su abuela, día de felicidad para el que es cristiano, cofrade y santero. Dando comienzo con el Domingo de Ramos la semana más importante de toda familia cristiana.
Aurelio Fernández recordaba a los asistentes cuan importante es la santería en Lucena, noble arte que desde sus inicios ha evolucionado, pero no debe perder su esencia y que estamos obligados mantener, conservar y transmitir a las generaciones venideras. Atar la almohadilla, quedar el manijero con los santeros para ver el recorrido, los videos para motivar a las cuadrillas o el comportamiento en estos años de los porrillas, eran señaladas por el pregonero como costumbres que han quedado fuera del fondo que define la santería, invitándonos a que la tradición más nuestra quede fuera de modas u otras influencias.
La espera de los pasos del Jueves Santo desde su casa en la Plaza Alta y Baja, el encuentro de Ntro. Padre Jesús del Valle y la Amargura en la Plaza Nueva, llevaban al pregonero a la salida del Stmo. Cristo del Silencio, con el que nos recordaba que es la Misericordia y rogando por no dejar de ofrecerla al mundo.
El pregonero quiso hacer una mención a su padre Paula Fernández. Los momentos vividos cuando se vestían de hermanos de Ntro. Padre para alumbrar, quedaron grabados en la memoria de un niño que ahora es un hombre que cada Viernes Santo recuerda a su padre, buena persona, buen cristiano y verdadero seguidor de Jesús.
Fernández García cerraba su pregón esperando vivir una Semana Santa con fe y el Viernes Santo para salir junto a su hijo de hermano de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Para finalizar el acto, la Banda de Música de Lucena interpretó " Mi Amargura".
Foto: paseillo.es