Exaltación del Valle por Manuel González

15 de Marzo del 2015

Ayer 14 de Marzo a las 20:45 horas, en la Parroquia de la Sagrada Familia, daba comienzo la Exaltación del Valle  a cargo del joven periodista lucentino Manuel González García, siendo presentado por José González Palma, tío y padrino del pregonero.
 
En su salutación, Miguel Muñoz Egea destacó los méritos del exaltador, que fue elegido el día 24 de marzo del pasado año para este menester. Su bautismo como pregonero- apuntó el secretario- es primicia segura y fecunda de toda una carrera de pregones.
 
José González Palma aludió su gran satisfacción y las inquietudes que le habían llevado a aceptar esta presentación. Entre ellas destacó las de presentar al pregonero cuando niño ante la Comunidad de Jesús para formar parte de la familia de Fraternidad Universal, su compromiso adquirido a ayudarlo a crecer como hijo de la luz en su bautismo. Al igual que con aquella emoción primera lo presentaba ante las autoridades presentes, familia y amigos como vivo, fuerte, nervioso en sus adentros a pesar de las “tablas” obtenidas en su vida. Un hombre firme en sus creencias cristianas, añadió el presentador, abierto a un futuro incierto, amante de nuestras tradiciones, partícipe activo en el mundo cofrade e incansable en el discernimiento entre la picante y molesta paja y el grano fértil y provechoso, ejemplo de cultivador de la hermosa ilusión de formar un día un hogar, sabedor de las verdaderas batallas que se gestan en este mundo para servir al amor. La petición de aquel niño reflejada en su estampa de comunión  en la que se dice -ayudadme a descubrir y conservar mi amistad con Jesús y el amor a los demás- lo hacía desde un lugar privilegiado, El Valle, que es signo de los preferidos del Señor al que todos los lucentinos estamos citados. Un  lugar  de encuentro que nos ayuda a cambiar algo de nosotros mismos y vivir más próximos a Cristo en los más pobres y humildes.
En su oratoria, José González Palma recomendaba a su ahijado no olvidar que Jesús está entre nosotros como uno más, como hermano de la misma familia universal.
Finalmente, invitaba a todos a escuchar las palabras del pregonero desde dentro y hacia dentro para que el aplauso final expresase el agradecimiento y el estímulo para vivir.
 
 
En el comienzo de su pregón, Manuel González García se dirigió al Señor del Valle expresando su deseo de ser mensajero de la caridad que trajo al mundo como hermano de los más pobres sosteniendo con su mano derecha la cruz y con la izquierda repartiendo bendición.
Destacó entre los privilegiados de Dios a Prudencio Uzar quien acoge a los predilectos del Padre en el comedor social. Inmigrantes, familias desahuciadas, mujeres cuyas casas son un infierno, quienes duermen en la calle o en lugares improvisados cerca del centro de nuestra ciudad y damos la espalda. Las palabras de Jesús molestan a quienes perseveran en la confusión .
El Pregón se desarrolló con frases del Nuevo Testamento transmitidas por Jesús en su misericordia, con  Jesús como Salvador, contemplando pasajes de Jesús caído y doliente , de su vida y su estilo comprensible y universal de transmitirnos la buena nueva sin erudiciones; el exaltador refirió las tres virtudes que distinguen al Valle  que son  la penitencia , la caridad comprometida, cierta e imparcial y la humildad, enunciando hechos que acaecen en este siglo que aparentemente nos han hecho progresar pero que moralmente hacen retroceder al hombre y a la humanidad con el gran mal de la indiferencia hacia los demás y su exclusión, el apego a lo superfluo, al acopio, al desfile y al adorno , a lo desechable e inmediato y tentaciones  que nos roban el sentido de la vida y la felicidad , el miedo a romper cadenas y denunciar la opresión al más débil.
 
En sus palabras, González agradeció también a sus ascendentes la profunda formación cristiana que ha recibido, un aprendizaje que le ha hecho valorar a hermanos, respetar a mayores, apreciar el apoyo incondicional recibido ante sus causas . “Una exaltación del Valle,  una exaltación a Jesús de Nazaret, a su vida y a su Madre”.
En una época de relativismo y agnosticismo, el pregonero hacía un sincero homenaje a Don José Félix García Jurado como párroco de la Iglesia del Valle y recientemente trasladado a Montilla para seguir desempeñando su labor pastoral.
En su Pregón se reflejaba la labor de D. Francisco Delgado y D. Leopoldo Rivero Moreno como misioneros, la labor de la misioneras salesianas del Sagrado Corazón de Jesús, la labor de los asilos, casas de acogida que desafían la rutina y la caridad estereotipada, la labor de Infancia Solidaria, Médicos Sin Fronteras y la del Ilustre Colegio de Abogados de Lucena.
La cuaresma, continuó Manuel González, es tiempo de reflexión, un tiempo concedido para el compromiso y aprecio de una cruz que atraviesa el Sagrado Corazón de Jesús en una sociedad que dicta mientras que él muere. La apreciación de que Nazaret es el Valle y el ímpetu y realismo santero que refleja el paso de Jesús.
 
La Iglesia, resaltó el pregonero, es hospital tras una campaña de guerra, comunión de creyentes que despierta conciencias y esparce la eucaristía, no es premio sino alimento de débiles, templo de Dios siempre abierto para sus hijos pródigos. La celebración litúrgica está estrechamente ligada a lo que extraemos de ella. La Iglesia de Jesús del Valle corrobora La Carta Magna eterna hacia el otro.
Terminaba el orador su prosa haciendo mención a  madres valientes que se desvelan por la prosperidad de sus hijos, a todos aquellos abuelos que en su lozanía empujan a sus familias hacia delante, a todos con lo que Dios sigue comunicándose con la Humanidad siguiendo los pasos de Jesús.
 
El acto de Exaltación terminaba con unas palabras improvisadas y emocionadas de Juan González Palma, padre del exaltador, a lo que ha significado este Pregón del Valle para el y su familia y agradeciendo a esta querida Cofradía del Valle su generosa distinción al Ilustre Colegio de Abogados en su X  Premio Prudencio Uzar a la mejor labor social.
 
A continuación el hermano mayor de la Cofradía de Jesús del Valle, Antonio Aguilar Redondo, entregó sendos  diplomas  al exaltador y su presentador.
 
En su intervención final, Miguel Muñoz Egea, felicitó al pregonero y describió lo que se vaticinaba de él: un pregón a la altura, valiente y comprometido.
 
 
 
Foto: Paseílllo

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