[…] Aquella trompeta tocando a silencio;
aquellos hachones y su triste luz;
y la fresca brisa de la madrugada,
escolta dolida daban a Jesús.
Esta noche el cielo se vistió de luto;
el que tanto gusta de vestir azul,
se puso un vestido de crespones negros
porque Cristo ha muerto clavado en la Cruz.
Cristo, en tu silencio, ¿qué piensas del hombre?
Cristo, en tu silencio, ¿qué piensas de mi?
creo que pensarás que somos ingratos
cuando todavía te hacemos sufrir.
No sirvió de nada tu muerte en la Cruz;
no sirvió de nada tanto sufrimiento;
ni el dolor amargo de tu Santa Madre,
porque el hombre, aún, te sigue ofendiendo.
Frasquito Espada Gómez (Pregón de Semana Santa, 1994)
Paseillo agradece a Juan Pérez Cañete ceder parte de su equipo fotográfico para poder trabajar y recoger los momentos de esta Madrugada.
Foto: Paseillo