La luz de su Mirada
En el poderoso silencio que serena los recuerdos, todo el pueblo se hace cruz y surge la Mirada; los ojos iluminados del corazón, para mirar con limpieza, bondad y misericordia, a los ojos de aquellas personas a quienes esclaviza nuestra sociedad.
La mirada del Maestro, Jesús del Valle, evocadora y no exenta de cariño, a pesar de los desprecios.
Mirada perdida en su dolor, hundida en el género humano, Mirada de pregunta a la voluntad del Padre, Mirada baja, penetrando en los suelos, ceñida a la tierra, Mirada fija en los pasos de los hombres.
Y la Madre de la Amargura, dolorida hasta la entraña. Lucena se acerca a la cruz, admirándola y venerándola y en un mar de pupilas encendidas, sumergidas de Valle a Valle, buscando en crepúsculos la luz de su Mirada.
Rafael Bujalance Bergillos (Exaltación del Valle, 1993)
Y del brío de la Santería, al remanso cofradiero. La noche de Miércoles Santo, la Parroquia de Santo Domingo asiste al Vía-Crucis del Cristo de la Sangre.
Gaspar Villa Fernández (Pregón de Semana Santa, 1997)
Foto: Paseillo