Con la solemne eucaristía que se celebraba ayer a las 12:00 horas en el Templo de San Pedro Mártir, concluía el triduo a Ntra. Señora del Socorro, en el que predicaba la palabra de Dios el Rvdo. Sr. D. Antonio Navarro Carmona. Tras la eucarística, comenzaba el Piadoso Besamanos a la titular mariana de la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno.
Ntra. Señora del Socorro, a los pies del presbiterio y sobre peana plateada, vestida por José Antonio Moreno Bernal, lucía el terno de las estrellas compuesto por manto del S.XVlll, restaurado en el taller del vestidor y saya que el pasado viernes era presentada y bendecida.
La saya es una pieza de terciopelo de Lyon morado-berenjena en la que se recrean los ramos de flores que aparecen en las esquinas y cola del manto del S.XVIII conocido como "el de las estrellas" y que la Venerable Archicofradía recuperaba hace unos años.
Una gran lazada recoge siete tallos de flores y hojarasca destacando los claveles y el pámpano central que está floreciendo y a punto de abrirse. Las siete flores aluden a las virtudes de la Virgen María, rememorando los siete dolores de la Madre del Señor. Alrededor del bajo de la saya una cenefa que reproduce, con ciertas variantes florales, la cenefa del manto anteriormente citado. En el cíngulo o cotilla y en las mangas vuelven a repetirse los motivos florales de la saya conformando un todo. Es de reseñar el toque asimétrico en la disposición de las flores en la cotilla que le da movimiento. Rematando el conjunto, un salpicado de estrellas, que lo mismo que en manto, simbolizan a los fieles que María acoge siempre bajo su dulce auspicio. Esta obra viene a engrandecer el magnífico patrimonio de bordado que posee la Venerable Archicofradía, completando los dos ternos de salida de la Dolorosa de Duarte. La técnica utilizada, bordado en oro a realce, tiene la particularidad de que al igual que en el manto, algunas piezas van tejidas directamente en el terciopelo (hojas y bajo sobre todo), para respetar el concepto de volumen de los bordados de la época.
La Dolorosa nazarena estrenaba para su Piadoso Besamanos un tul bordado en hojilla del S. XIX verdadera obra de arte por la profusión y complejidad de la distribución del material áureo. Así mismo, lucía puños y pañuelo de Bruselas, rematando el conjunto una corona dispuesta sobre sus sienes de salida de plata sobredorada.
El adorno floral, al igual que en su altar de cultos, era a base de lisanthus, y centro de nardos. Dando luz al elegante conjunto, treinta pies de vela con cera blanca.
Galería del Piadoso Besamanos a María Stma. del Socorro:
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Foto: paseillo.es
