Amance en Lucena y sobrevive el Nazareno
por entre un mar de corazones fieles.
Sobre una alfombra de lirios y claveles
deambula con vaivén blando y sereno.
Pleno de excelsitud, de gloria lleno,
reflejando en su faz las penas crueles,
qa poniendo en las almas luz y mieles,
que transforman el dolor en freno.
Se detiene la imagen soberana,
suena el torralbo y la voz de la campana
algo divino y mñagico predice.
Se oye el himno triunfal, El solo brilla,
el pueblo, emocionado, se arrodilla
y el siempre amado Nazareno lo bendice.
Miguel Muñoz Egea (Pregón de Semana Santa, 2013)
Nuestro más sincero agradecimiento a Antonio Bergillos por habernos ofrecido las imágenes de la tarde del Viernes Santo.
Foto: Paseillo