Juan Pedro Buendía Molero es un joven administrativo de 22 años, que desde niño soñaba con ser manijero.
Este santero que se estrenaba hace tan solo cuatro años en Ntra. Sra. del Valle, nos demostró que la santería está viva en la gente joven y que esta tradición tan nuestra, es difícil que se pierda cuando gusta de verdad.
Reunidos en el claustro del Convento de los RR.PP Franciscanos, Juan Pedro Buendía acompañado por su padre y hablando como entre amigos, contestaba a nuestra entrevista.
PREGUNTA: Juan Pedro, ¿cuál es el motivo de esta manijería?
RESPUESTA: Solicitar esta manijería tuvo dos motivos principales. El primero fue la ilusión que teníamos mi padre y yo en poder salir santeando juntos. Unido a que mi padre tuvo la suerte de ser manijero de este paso hace bastantes años. En ocasiones anteriores surgió la oportunidad de poder santear juntos, pero no llegamos a hacerlo. A mi parecer esta es la santería y el momento idóneo.
P: Ya has podido disfrutar de algunas juntas con tu cuadrilla. Defínete a ti mismo como manijero.
R: Bueno esta pregunta es algo complicada. Me considero un manijero bastante responsable y formal. Aunque está mal que yo lo diga me gustan las cosas bien hechas y así es como estoy intentando llevar mi manijería, rodeándome de personas responsables y que hagan las cosas como a mi me gustan.
P: ¿Qué pasos has seguido para ser manijero del Cristo de Medinaceli?
R: Mi padre y yo fuimos directamente a hablar con el hermano mayor, Jorge Roldán, y bueno, como para este 2016 el Cristo de Medinaceli no tenía manijero (no se el por qué), la cosa fue bastante rápida. Al poco tiempo nos reunimos con Jorge Roldán y comprobó que había una buena disposición por nuestra parte. Me vio responsable y capacitado para hacer una buena santería. En cuestión de unos días la cofradía me dio la campana.
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
R: Sinceramente, por los dos motivos. Desde niño me ha gustado la santería y siempre tuve la ilusión de ser manijero, para poder probar y tener la oportunidad de plasmar mi idea de santería. En mi casa desde que mi padre fue manijero tenemos una gran devoción por el Cristo de Medinaceli. Siempre se recordará a algunos santeros que estuvieron en la santería de mi padre y que hoy por desgracia ya no están, lo cual hace que este Cristo signifique mucho para nosotros.
P: ¿Cómo has aviado a tu cuadrilla?
R: Desde que era niño tenía claro que algún día sería manijero y que mi cuadrilla la conformarían santeros veteranos y jóvenes, a mi parecer es la combinación perfecta. Me gusta aviar en persona, para poder dejarlo todo claro. Para mí dar la mano tiene un significado muy importante y hasta el momento para mis santeros también. A la inmensa mayoría los he aviado en su casa. Me ponía en contacto con ellos primero, porque es difícil llegar a la casa de un santero y que esté. Por otro lado, si no los avié en su casa lo hice en otro lugar, en cualquier caso, siempre ha habido una copa por medio. Cuando iba a aviar a un santero lo hacía primero la esquina, contraesquina, pata y así sucesivamente. Posteriormente a cada santero le di el sitio que yo pensé en el momento de aviarlo, que era el más idóneo para él, por edad o por experiencia.
P: ¿Hay determinados sitios que se deben decir a los santeros cuando se avían?
R: Bueno hay manijeros que son partidarios de esto y otros que no. Yo particularmente a ningún santero de los que he aviado le he dicho que fuese a llevar un determinado sitio ni para bien ni para mal. Simplemente me he limitado a explicarle cuando lo he aviado, la santería que quería hacer y todos mis santeros creo que lo han entendido bien. Considero que cuando un santero va a una junta sitios, en virtud de su veteranía edad tienen claro que sitio pueden llevar. Para mí todos los santeros que forman mi cuadrilla son iguales y tengo clarísimo que si dentro de unos años vuelvo a ser manijero volvería a aviarlos y podrían llevar cualquier otro sitio.
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería?
R: La santería se ha vivido mucho en mi casa, no solo por parte de mi madre, también por mi padre, que ha sido un gran aficionado y santero y lo sigue siendo. Desde pequeño él me ha inculcado los valores de la santería. Cada paso que he dado en este mundo ha sido de la mano de mi padre. Activamente empecé a través mi amigo Jesús Mayorgas (
http://paseillo.es/santero/jesus-mayorgas-delgado-35485), que me dio la oportunidad de salir por primera vez, estrenándome en Ntra. Sra. del Valle en el 2011.
P: ¿Cómo ves la santería en la actualidad?
R: El estado de la santería actual es digno de entrar en debate. Yo te puedo contestar de lo que conozco. A mi siempre me ha gustado la santería y he salido a la calle a ver los pasos, he oído muchas conversaciones de santería y he participado en ellas. Quiero decir con esto que a día de hoy la santería, a mi parecer, no se encuentra en su mejor estado. Nunca había visto pasos que se quedaran encerrados por falta de manijeros y de santeros. Ahora las cofradías ponen a nuestra disposición pasos muy hermosos y están muy organizadas. Pero no se, los santeros desprestigiamos determinados pasos, cuando en realidad son todos muy bonitos. Por otra parte, pienso que los santeros más jóvenes debemos “pegarnos” a los más veteranos, porque de ellos hemos heredado esta tradición. Debemos dejarnos aconsejar y enseñar por ellos. Luego, por supuesto, puedes coger lo que te gusta y dejar lo que no. En esencia, el problema de la santería actual es que los santeros jóvenes no escuchan a los más veteranos. Si unimos a lo que te he comentado, las ganas y la ilusión que un santero joven puede tener, la santería podría llegar nuevamente a la altura de la de hace años.
P: Entonces, ¿qué cambiarias de la situación actual por la que atraviesa, a tu parecer, la santería?
R: Creo que la solución está en manos de los santeros mayores que ya hayan dejado la santería por cualquier motivo, edad, problemas de salud, etc. Aunque no sean porrillas o “marcaores” los manijeros deberían invitarlos a ir a las juntas, para que en los momentos de charla de éstas se relacionen los santeros jóvenes con ellos. Los santeros veteranos no deberían desvincularse de forma tan radical de la santería, porque al final lo que se ven son cuadrillas demasiado jóvenes que hacen las cosas a su manera, que está muy bien, pero que sin duda si escucharan a los mayores mejorarían muchas cosas de las que hacen.
P: Algo en que harás un especial hincapié para que salga como tú quieres el Lunes Santo.
R: Yo pretendo dejar muy claro en las juntas que a mí lo que me gusta es santear. Las juntas están muy bien pero lo que yo quiero es que mis santeros sean capaces de demostrar lo que se ha dicho cantado en las juntas. Esta santería se va a hacer con gran ilusión por mi parte, de salir con mi padre por primera vez. A los santeros les pido el favor que le pongan todas las ganas y fuerzas que puedan para poder brindársela a él, que tiene una ilusión muy grande por poder salir conmigo.
P: ¿Cuál es el punto del recorrido que ves con mayor dificultad?
R: A mi parecer el punto de recorrido con mayor dificultad es a partir de la Calle la Aurora. Es una parte del recorrido muy difícil porque considero que es ahí donde empieza otra santería. El Lunes y el Martes Santo son días laborables y cuando la cofradía llega a este punto se queda un poco más sola, quedando los vecinos y la familia de los santeros. En este tramo los santeros están ya castigados, teniendo que ponerle muchas ganas a esa altura del recorrido.
P: ¿Crees que debe ir todo pensado en una santería o improvisar en la calle?
R: No, bajo mi punto de vista creo que la calle y la situación manda. Tú puedes llevar unas expectativas, porque puedes llevar una buena cuadrilla o muchas ganas. La santería es como echar una moneda al aire, puede salir bien o salir mal. Aferrarte a una idea es un poco equivocado. Como te he dicho la calle manda y tienes que ir amoldándote a lo que va llegando.
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
R: A mi modo de ver, la estética del santero es importante y en la santería de hoy día está muy remarcada. Muchas veces nos dedicamos más a pensar en la estética y perdemos un poco la esencia de la santería. Quiero decir que nos fijamos demasiado en como va el santero, en como va vestido y la santería no es todo eso.
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
R: Pienso que lo principal es que te guste. Puedes ser una persona físicamente muy preparada pero que no te guste la santería. Eso hace que no lo des todo en los momentos más difíciles. El santero tiene que tener por lo menos una edad. Antiguamente se estrenaban bastante más jóvenes y físicamente estaban en otras condiciones. Cuando se tenía quince o dieciséis años se estaba más trabajado y se tenía la capacidad física para poder meterse bajo la madera. No digo que hoy en día los santeros no estén preparados físicamente, pero pienso que últimamente algunos son demasiado jóvenes y no reúnen las condiciones físicas apropiadas para santear.
P: Algo que recomendarías que nadie se perdiera de tu santería.
R: La salida me gustaría que fuese un momento especial. De poder ser, tampoco me gustaría que se perdieran el momento de vestirnos, ya que será en mi casa. Estaremos mi padre, mi primo que se estrena, mi tío que es el porrillas, otro tío mío y yo, estaremos la familia. Claro, la gente no va a poder vivirlo con nosotros, pero estoy seguro que será un momento inolvidable.
P: Hasta el momento, ¿qué destacas positivamente de ser manijero?
R: Es muy complicado ser manijero, pero tiene muchas cosas positivas. Tengo la suerte de poder estar disfrutando una barbaridad. Se lo digo muchas veces a mis santeros: “Ojalá algún día tengáis la oportunidad de ser manijeros y poder disfrutar lo que yo estoy disfrutando”. Me estoy dando cuenta de lo que es ser manijero y creo que en próximas santerías me va a cambiar la forma de pensar y de ver las cosas.
P: Y negativamente, ¿qué destacarías de ser manijero?
Hay muy pocos aspectos negativos. Cuando eres manijero te das cuenta de la situación de la santería, tal y como te he comentado antes. Te das cuenta que no hay tantos santeros como la gente piensa. Para mí un santero es una persona que le gusta la santería y va a donde lo llamen para santear. Gracias a Dios, tengo la suerte de llevar muy buenos santeros y una gran cuadrilla, pero creo que hay personas que se están tomando la santería de una manera un poco extraña. Cuando eres manijero, sobre todo a la hora de buscar santeros te das cuenta del estado real de la santería.
P: ¿Cuál crees que es el número adecuado de juntas que debería tener una santería?
R: Aproximadamente unas seis, siete como mucho. Hay también que añadir los ratos que la cuadrilla se junta para actos que organiza la cofradía, a los que también hay que acudir.
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de santería?
R: A mi me gusta tocar un poco de lo que será la santería en todas las juntas. Pienso que hay que hacer un especial hincapié en las dos o tres últimas juntas, que son las que se hacen en cuaresma. Desde que empieza el año y llega la cuenta atrás, quedando prácticamente dos meses y medio para el Lunes Santo, es el momento para empezar a hablar de santería y que los santeros vayan en cada junta mascando lo que el manijero quiere hacer y sepan a lo que se van a enfrentar.
P: Un consejo de santería que te dio alguien y nunca olvidas.
R: Eso es complicado, un consejo como tal no recuerdo. La verdad, es que yo siempre he tenido la suerte de ir con mi padre, que me ha dado muchos consejos y los he ido, creo que mas o menos, tomando todos. Él siempre me ha enseñado a tener siempre formalidad, respetando a los manijeros y santeros. Salir santeando siempre y cuando tenga ganas y verme en el momento en el que yo me diga: “Juan Pedro hasta aquí has llegado”. No debo seguir en la santería el día en el que no me vea bien o no tenga ilusión. Tengo la suerte de tener a mi padre que siempre me guía. No te puedo destacar un consejo en particular, pero son éstos los que creo que me hacen ser como soy.
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
R: Son dignos de elogiar, porque saliendo una vez ya sabemos todos como acabamos. Siempre se dice que “El que no acaba harto es porque no hace nada”, y es verdad. Yo no saldría dos veces en la Semana Santa, pero bueno, cada uno sabe hasta donde puede llegar.
P: Una santería del Cristo de Medinaceli que sea referente para tu manijería.
R: Bueno, aunque yo no la vi, sin duda y por lo que me han contado diversas personas es la de mi padre. A mí me gustaría hacer una santería como la que ellos hicieron. En las juntas creo que se esta haciendo y en la calle la intentaremos hacer. Son años distintos, un paso también distinto, pero me gustaría hacer una santería parecida. En cuanto a santerías recientes, querría hacer una santería en la línea en lo que vienen siendo los últimos manijeros. Para mi gusto, los últimos manijeros, jóvenes como yo, lo han sacado de manera decente.
P: ¿Cuál crees que es el paso del Cristo de Medinaceli?
R: El paso del Cristo de Medinaceli esta inventado, pero todos los años los manijeros le dan su matiz. Por las dimensiones que tiene este trono, complicarse en botarlo un poco o darle un poco de movimiento atrás no es buena idea. A mi parecer el paso de Medinaceli es ir andando y poco más. Se puede añadir algún matiz en el tambor, pero la verdad del paso del tambor no te puedo hablar porque no entiendo mucho. Mi idea más o menos la tengo. Una santería en la línea de lo que se viene haciendo en los últimos años
P: ¿En quién has confiado para el toque del tambor y por qué lo has hecho?
P: ¿Te guiarás por lo que ellos te digan para dar el paso, o tú serás el que les diga a ellos el paso que tienen que dar?
R: Yo tengo mi idea de santería, pero por supuesto yo tengo que sentarme con ellos a que ellos también me aconsejen. Yo soy manijero y la última palabra la voy a tener yo. Como te he comentado antes, no entiendo de tambor, entonces me tengo que poner en manos de los que saben. Entre la idea que yo tengo y lo que ellos saben , de ahí saldrá el paso del Lunes Santo.
P: ¿Qué crees que esta ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren pasos de nuestra Semana Santa sin manijeros?
R: Creo que lo que esta ocurriendo es digno de analizar. Tiene muchos matices, sobre todo eso que te he comentado anteriormente, la gente veterana no debe apartarse totalmente. La labor de las cofradías no la voy a criticar porque no se tampoco hasta que punto ellos pueden tener responsabilidad en este aspecto. Lo que si echo de menos es que haya pasos que tengan un poquito menos de peso y volumen. En otras Semanas Santas de fuera de Lucena, vemos que los pasos que se llevan son inmensos, pero llevan muchísimos integrantes, y claro creo que eso también está haciendo mella. Muchos santeros, unos por jóvenes y otros por más mayores, llegan a un punto donde ya se hartan año tras año de “pegarse una paliza” santeando. Ante todo, a un santero le debe de gustar santear y el que quiera santear pues que lo haga donde lo llamen y sea cual sea el paso.
P: Son muchos los momentos que se viven en una santería, ¿con cuál de ellos te quedas?
R: Uno de los momentos que más me gusta es el de la junta sitios, porque estas con esa chispa de no saber el sitio que vas a llevar. Hoy día hay muchas santerías en las que los santeros ya saben cual es su esquina o que sitios llevan y eso no me gusta. A mí me gusta ir a la junta sitios con la salsa de ver con quien voy a ir o que sitio voy a llevar. Ese momento es muy bonito. La junta marca, el momento de marcarte y el momento en el que te dan la túnica. Te sientes de verdad santero. Se siente ese pellizco… Se está a una semana de salir. Sin duda el momento que más me gusta de todos es cuando te estás vistiendo y lo estás sintiendo ya.
P: ¿Con qué momento te quedas de tu manijería, hasta ahora?
R: Con la junta sitios disfruté muchísimo. Era un momento que llevaba esperando mucho tiempo, desde que recogí la campana. Como te he dicho, cada santero lleva su sitio desde que lo avié. Un momento que también me agradó mucho fue la junta que me preparo mi cuadrilla, una junta que me hicieron sorpresa. Yo no me lo esperaba. Cuando llegué y vi a todos los santeros con la junta preparada fue muy bonito. Son momentos que para mí se van a quedar para el resto de mi vida y espero que sean muchos los que queden todavía.
P: ¿Algo más que añadir?
R: Pues nada, en la línea final de la entrevista me gustaría agradecer a las personas que me están ayudando en todo. En primer lugar agradecer a mi familia que está conmigo desde el principio, porque soy joven y si no fuese por ellos, esto me vendría más largo de la cuenta. Agradecer también, por supuesto a mi cuadrilla que está conmigo al cien por cien dándolo todo por mí. También quisiera dar las gracias a la Cofradía por su confianza para sacar este año al Cristo de Medinaceli, ya que a pesar de que soy joven, desde el primer momento el hermano mayor no dudó en darme la oportunidad. Desde aquí quiero dedicarle esta santería a todas las personas que no están conmigo y que no van a poder estar, se que la podrán vivir desde otro sitio. Por supuesto quiero agradecer paseillo.es la gran labor que hacéis durante todo el año y espero que el tiempo y la suerte acompañe al resto de manijeros de Lucena.
Foto: paseillo.es