La fe de Andrés Almagro en el pregón a su cofradía

05 de Marzo del 2017

En la Ermita Trinitaria de Dios Padre comenzaban hoy los actos cuaresmales de la Cofradía de la Santa Fe.

Como es tradicional, el primer domingo de cuaresma se celebra el Pregón de esta cofradía, que este año tenía el honor de ofrecer Andrés Almagro Sánchez, que era presentado por Gemma Encabo López.

La presentadora comenzó con una dedicatoria especial y describiendo sus comienzos en esta corporación. Destacó del pregonero su fe y la gran labor como cofrade y el empeño por el fomento de la vocalía de juventud de esta hermandad.

Andrés Almagro iniciaba su pregón, con una llamada de respeto a las personas de fe y que siguiendo las enseñanzas de Jesús de Nazaret alcanzan Su gloria. «Quiero creer que allí arriba, en el cielo, están los que son buenos, están los que son cristianos, están los que hacen el bien, y no importa que sean guapos o sean feos, que sean ricos o sean pobres, están, los que siguen a Jesús de Nazaret».

Cargado de sentimiento cofrade, el pregonero transmitía a los asistentes sus reflexiones más personales, así como sus anhelos, vivencias y recuerdos desde los inicios de esta cofradía.

En un apartado especial dedicado a la presentadora y a las personas que le han acompañado en su andadura cofrade, Almagro hacía una mención especial a los jóvenes, alentándoles en su labor. «Vosotros sois la savia nueva que ha de venir a renovar esta cofradía, y por lo tanto la Iglesia. Debéis continuar con la labor que vuestros mayores un día comenzamos».

A treinta y nueve días para el Jueves Santo, el pregonero hacía un símil entre la santería y la estación de penitencia de esta cofradía, con la fe durante nuestras vidas. «Nuestro manijero será el Papa Francisco, heredero de unas llaves que han de servir para abrir puertas, que no para cerrarlas, un Papa Francisco, prueba inequívoca de que el Espíritu Santo, sigue velando por nosotros. Hermanos, con un manijero así no debemos tener miedo, estemos atentos a su llamada que el vendrá a aviarnos, para acompañarnos en el recorrido de nuestras vidas».

En la última parte del texto, el pregonero rezó un particular credo en el que destacaba nuestra idiosincrasia y costumbres y recordaba a los hermanos que gozan de la presencia infinita de Dios Padre.

Almagro finalizaba su declamación con una reflexión propia sobre las dudas que en algún momento pueden asaltar a los cristianos, que se mitigan al mirar los ojos de la Madre de Dios. «Ese lugar es el Sagrario, donde aparco mis desdenes, mis ilusiones, mis miedos. Y que nadie pueda creer, como no se puede creer la existencia del mar, sin el nacer de los riachuelos, que el Sagrario no está, que en esos ojos no están, las mismas puertas del cielo».

 

Imágenes del Pregón de la Cofradía de la Santa Fe: VER AQUÍ

 

Foto: paseillo.es


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