Lucena vivirá este domingo una jornada histórica con el inicio de los traslados de las imágenes que participarán en la Procesión Magna. María Santísima de Araceli y Nuestra Señora de la Soledad serán las primeras en recorrer las calles de la ciudad en vísperas de la gran cita cofrade del 27 de septiembre.

Este domingo 21 de septiembre comenzará oficialmente la cuenta atrás hacia la Procesión Magna de Lucena con los primeros traslados de las imágenes participantes. La jornada arrancará a las 9:00 horas con el solemne traslado de Nuestra Señora de la Soledad, que partirá desde la iglesia de Santiago hacia la Iglesia Conventual Madre de Dios, en un recorrido procesional que discurrirá por las calles Jerónimo Medina, Peñuelas, Veracruz, Mesón, Cervantes y San Francisco.

Poco después, a las 10:00 horas, tendrá lugar la bajada extraordinaria de María Santísima de Araceli desde su Real Santuario de Aras hasta la parroquia de San Mateo. Tras un primer tramo a hombros de los hermanos inscritos, la Patrona de Lucena será trasladada sobre una plataforma hasta la entrada de la ciudad, donde volverá a ser portada solemnemente hasta su llegada al templo mayor en torno a las 13:00 horas. El itinerario que seguirá la Patrona de Lucena discurrirá por el Camino de la Sierra, la Puerta de la Mina, la Carretera del Santuario, la calle Párroco Joaquín Jiménez Muriel, la calle Maquedano, la Plaza de España (El Coso), la calle Barahona de Soto y la Plaza Nueva, hasta su entrada en la Parroquia de San Mateo.

Con estos traslados se abre una intensa semana de preparativos en la que otras hermandades también movilizarán a sus titulares. El lunes 22 de septiembre, la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad será conducida desde la parroquia del Carmen hasta Santiago Apóstol, mientras que el martes 23, Nuestro Padre Jesús del Valle partirá desde la parroquia de la Sagrada Familia hacia la iglesia Madre de Dios.

La Procesión Magna, prevista para el próximo 27 de septiembre, reunirá a numerosas hermandades y cofradías de la ciudad, convirtiéndose en uno de los grandes hitos religiosos y culturales del año en Lucena.