Simón Alcalde Requerey es un manijero que ante todo ha querido rodearse de sus amigos para formar su cuadrilla.
Este monitor de alta montaña dedicado a actividades de animación de 39 años, que se estrenaba en María Stma. de la Aurora con 19, ve fundamental que una cuadrilla esté en todo momento unida, debiendo siempre mirar unos por otros en la santería.
P: ¿Cuál es el motivo de esta manijería?
R: Vivimos prácticamente al lado de la Capilla de las Filipenses. Mi casa es la residencia y llevamos muchísimos años vinculados a la Cofradía del Encuentro. Tengo especial cariño por este Cristo. Mi tío Paco fue su manijero y guardo un especial recuerdo de esa santería. Disfruté muchísimo y la verdad es que tenía ganas de poder santear otra vez en el Cristo de la Bondad.
P: Defínete a ti mismo como manijero.
R: Soy un manijero que ha hecho una cuadrilla de amigos, para que nos lo pasemos bien y estemos todos unidos a la hora la santería. Esperamos disfrutar de este Domingo de Ramos, que seguro va a ser muy bonito.
P: ¿Qué pasos has seguido hasta ser manijero de Ntro. Padre Jesús de la Bondad?
R: Mi tío Paco me ayudó a escribir la carta. Cuando la entregué a la cofradía hará unos seis años, me puse en sus manos para lo que necesitaran, vender papeletas, lotería o cualquier cosa. En el 2012 me otorgaron la manijería, un 28 de febrero.
P: ¿Realizas esta manijería por afición o por devoción?
R: Por las dos cosas. Si no tienes afición por las tradiciones de tu pueblo es una tontería que seas santero. Si no tienes devoción por una imagen, tampoco veo el motivo de ser manijero.
P: ¿Cómo aviaste a tu cuadrilla?
R: Creo que como se suele hacer, uno a uno, dándole su mano. Mi cuadrilla la forman sobre todo personas que me han llenado el corazón en las santerías que he hecho con anterioridad. No hay ningún santero que no sea amigo mío.
P: ¿Te quedas con algún recuerdo especial de esos días que estabas aviando a tus santeros?
R: Hay muchísimos. Recuerdo con mucho cariño el día que avié a mi primo Francis. Él se retiró hace tiempo y fui a aviarlo. En un principio me dijo que no saldría. Yo le dije que se olvidara de la conversación, pero que volvería a por él cuando me faltara el último santero. Si él seguía diciendo que no, pues sin problema. Al final me dijo que sí venía conmigo y estoy muy contento.
P: ¿Cómo empezaste en el mundo de la santería y de dónde te viene esta afición?
R: Yo tengo muchos amigos santeros. El primer manijero que me avió fue Dani Ropero, que este año viene conmigo en la punta varal del manijero, cosa que me ha hecho muchísima ilusión. Dani Ropero me estrenó como santero, pero realmente la afición me viene de mi tío Paco Requerey.
P: ¿Cómo ves la santería en la actualidad?
R: Creo que está cambiado mucho. Hay cosas que están cambiando para bien y otras para mal. A mí me gusta la santería antigua. A lo mejor yo no sé corresponder a los santeros como en una santería antigua, pero si es verdad que a mí me gustan los cánones antiguos. Yo creo que no se deberían perder, porque lo moderno siempre está, lo antiguo se ha convertido en una tradición que hemos heredado de nuestros mayores. No me gustaría que se perdiera el respeto por el manijero o por tu propia cuadrilla. El respeto en una junta o el que se le debe tener a una imagen.
P: ¿Qué cambiarías de la santería actual?
R: La hipocresía. Tengo algunas santerías a mis espaldas y he visto a mucho hipócrita. Eso es lo que cambiaría. No entiendo que haya santeros que se vayan con otro manijero por llevar un mejor sitio. Eso no lo he entendido nunca. Tú tienes que ir en el sitio que el manijero quiera dándolo todo. Yo nunca le he comido la oreja a nadie para que me dé un sitio u otro o para salir en cualquier sitio. Tampoco veo bien aviar a gente con la intención de que ellos te avíen después. En mi cuadrilla, que yo sepa nadie va a mandar nada, si lo hace y luego ve oportuno aviarme, pues bien, si no pues nada. Yo no he aviado a nadie para que luego me saque. Eso está clarísimo.
P: ¿Qué criterio has seguido para darle los sitios a tus santeros?
R: La experiencia. He mirado mucho la sabiduría para poder llevar una esquina. Los esquineros deben ser gente que atraigan a los santeros que tienen sitios no tan buenos. Para mí todos los sitios son buenos. Este año salgo de manijero, pero el año que viene si me dan un repisón, me parecerá perfecto. A quién le gusta esta tradición no debe mirar el sitio que le dan. Ese es mi criterio.
P: Algo en lo que harás especial hincapié para que salga como tú quieres el Domingo de Ramos.
R: Quiero que desde primera hora hasta el final salga todo bien. Haré hincapié en que todos vayamos muy pegados, todos a una. Si hay algún problema, debemos ser sinceros y decirlo. Aquí en Lucena tenemos un problema, eres más santero si no hay problemas, no señor. Si hay algún problema, para eso está el manijero. Les digo a mis santeros: “Si ustedes miráis por mí y yo miro por ustedes”. Creo que quedaría más bonito si nos cuidásemos todos.
P: ¿Cómo ves el cambio de recorrido que ha tenido esta cofradía?
R: Precioso. Muy santero para quienes nos gusta y muy bonito. Algo más duro que el anterior, sobre todo para la trasera. Pero sin problemas, se disfrutará al máximo.
P: ¿Crees positivo el cambio para el Domingo de Ramos en general?
R: Creo que sí. Y si otras cofradías hicieran otros cambios, también creo que ganarían. Si la Pollina saliera por la mañana, ésta cofradía ganaría mucho y al resto de cofradías del Domingo de Ramos les favorecería. Así estaría todo el mundo en la calle desde primera hora.
P: ¿Hay algún punto del recorrido que ves con mayor dificultad?
R: La cuesta del castillo con el giro hacia el Coso, con la rampita esa que ponen. Al ser el final del recorrido se complica algo la cosa. Por lo demás yo creo que muy bonito todo.
P: ¿Y la parte que más te gusta?
R: A mí siempre me ha gustado mucho la calle Las Torres arriba. Me ha gustado muchísimo ver las procesiones por esa parte. Será porque también soy “sangrero” y me gusta por la calle Las Torres arriba La Sangre viéndose venir.
P: ¿Qué importancia le das a la estética del santero?
R: Importantísima. Mi madre es siempre la que me viste. Ella dice: “El cincuenta por ciento de la santería es cómo venga el santero vestido si está bien vestido ya tenemos media santería hecha, si no…ahí vamos”.
P: ¿Crees que el santero tiene que tener una preparación física para desarrollar su función bajo la madera?
R: Creo que sí. Hay hombres que demuestran ser buenos santeros y lo único que hacen es estar delante de un ordenador. Aún así, creo que si estás físicamente bien puedes dar lo que te pide tu manijero.
P: Algo que recomendarías que nadie se perdiera de tu santería.
R: Recomendaría que no se pierdan la cofradía entera porque es preciosa. Que miren la cara del Cristo y de la Virgen que son una maravilla. Que no se pierdan la Estación Penitencial. Lo único que hacemos los santeros es portar. No se deben perder esta cofradía. Y que no se pierdan el ambiente que habrá en la calle.
P: Hasta el momento de esta que es tu primera manijería, ¿qué destacas positivamente?
R: Haces muchas amistades. Eso es lo que tiene la santería, que haces muchas amistades. Conoces a gente nueva y buena.
P: ¿Y algo negativo?
R: Te encuentras a gente que tú creías que te iban a dar más y después te dan menos. Por lo demás, todo bien.
P: ¿Cuál crees que es el número adecuado de juntas?
R: Creo que se está saturando demasiado a los santeros. Creo que con cuatro o cinco y la marca es suficiente.
P: ¿Qué opinas de las juntas esquina?
R: A mí es una cosa que me gusta. Echas un buen rato de charla, de cante y mueves el corazón a la gente. A mí me gusta.
P: ¿Desde qué junta ves oportuno que un manijero empiece a hablar de santería?
R: Creo que ya metidos en cuaresma. Este año la cuaresma es muy temprana. Llevamos dos juntas, a la tercera creo que ya hablaré de santería. Esto está aquí ya. En la tercera daré unas pinceladas de cómo lo quiero hacer.
P: Un consejo de santería que te dio alguien y que nunca olvidas
R: Yo he oído muchísimas veces y creo que es verdad, que una cuadrilla debe ir muy pegada. Si vamos todos juntos esto va a dónde todos queramos.
P: ¿Qué opinas de los santeros que santean más de una vez en Semana Santa?
R: Si son pudientes…Yo llevo un santero que santea dos veces, pero la verdad yo no soy partidario de santear dos veces. No lo he hecho, porque creo que es muy difícil estar en dos sitios. Hay muchos eventos y cosas a la vez y eso aprieta.
P: Una santería del Cristo de la Bondad que sea referente para tu manijería.
R: La de mi tío Paco Requerey. Creo que es el paso que le voy a dar. No lo voy botar ni nada de eso. “Maseteaito” y andando, ese es el paso que a mí me gusta. Mi tío le dio ese paso y me encantó. Yo disfruté muchísimo y es lo que quiero hacer.
P: ¿Qué crees que está ocurriendo en la actualidad para que a día de hoy se encuentren algunos pasos de nuestra Semana Santa sin manijero?
R: Lo primero que está ocurriendo es que una manijería vale mucho dinero. El que diga que no, es mentira, porque siempre vale dinero. Después, yo creo que hay muchas veces que las cofradías exigen muchísimo más de la cuenta a los manijeros. No le dan esa facilidad. Ese no ha sido mi caso, porque me he sentido muy a gusto. He hecho lo que más o menos me han dicho y he estado bien. Creo que queremos meter a los manijeros más cosas en un año de lo que muchas veces se puede.
P: Desde que un manijero te avía hasta que queda el paso en los bancos se viven infinidad de momentos, ¿con cuál de ellos te quedas?
R: Con los momentos difíciles en los que hay que apretar los dientes y estamos todos juntos. Ese momento es muy bonito. Cuando se ha terminado la santería, nos miramos satisfactoriamente y nos decimos: “Lo habremos hecho mejor o peor, pero lo hemos dado todo”. Con eso me quedo.
P: ¿Crees que una santería debe estar medida desde el principio o se debe dejar algo a la improvisación y a lo que vaya surgiendo en la calle?
R: Aunque lo lleves todo muy medido al final improvisas. Es lo que dicen los viejos: “La calle te pone en tu sitio”, y creo que eso es así. Tienes que tener las cosas medidas, no al cien por cien, pero por lo menos una idea de cómo vas a dar las vueltas. Si las das en redondo, en cuadrado y veinte millones de cosas más. Pero creo que es bonito improvisar.
P: ¿Crees que las cosas que no ha dicho el manijero en las juntas y surjan en la calle, se deben avisar, o hacerlo sin decir nada a su cuadrilla?
R: No lo sé. Cuando yo he santeado y me han avisado, sabes que en ese horquillo tienes que dar un poco más. Lo suyo es avisar, para poder preparar a la cuadrilla. Un manijero tiene que estar para sus santeros, igual que los santeros deben estar para el manijero. Tenemos que cuidarnos mutuamente. Si ellos me cuidan a mí yo voy a cuidar de ellos. Eso es lógico. De hecho vienen conmigo porque creo que vamos a estar todos a una.
P: Háblanos de tus tambores.
P: ¿Has hablado ya con ellos del paso que tienes pensado?
R: Todavía no he hablado con ellos. Yo creo que se lo diré un poquito más adelante para que ellos nos vayan marcando en las juntas.
P: ¿Hay algún estreno en tu cuadrilla?
R: Sí. Se estrena el repisón de la mala que es mi amigo Dionisio. Tiene treinta y siete años, no ha salido nunca pero tiene muchas ganas. No había vivido nunca una santería, lo está disfrutando mucho. El chaval se pega y bien.
P: ¿Qué consejo le darías a un santero que se estrene en esta Semana Santa?
R: Que aprenda de los viejos, porque se le va a quedar algo bonito. Que se pegue a la cuadrilla y si es verdad que le gusta no necesita muchos más consejos. Nada más que mirando la cara de los demás y las amistades que se hacen, con eso le va a sobrar.
P: ¿Algo más que añadir?
R: Espero que esta Semana Santa no llueva, que esto es muy grande no solo para Lucena sino para Andalucía entera. Gracias.
Foto: paseillo.es