En el día de ayer, tras la Eucaristía que tuvo lugar en San Mateo a las 18:00 horas, salía Nuestra Madre, camino al Templo de San Pedro Mártir de Verona, donde se encontrará hasta el próximo domingo día 1 de Junio, desde donde partirá hasta Su Real Santuario.
Abría el cortejo la Cruz de enagüillas de la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, precedida por la Agrupación musical Stmo. Cristo de la Humillación.
En la comitiva participaron miembros de la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli y la Venerable Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, Aracelitana Mayor y Corte de Honor, así como un numero considerable de devotos que acompañaban alumbrando el camino de Nuestra Madre con cera. Tras el paso de Nuestra Patrona intervino la Sociedad Didáctico Músical Banda de Música de Lucena.
Durante el recorrido cabe destacar el Altar dispuesto en la Parroquia de Santo Domingo en honor al Mártir lucentino Raimundo García Moreno y un gran numero de balcones engalanados al efecto, desde donde lanzaron al paso de la Virgen petalos de flor, siendo de forma masiva a la llegada de la procesión a la Ermita de la Aurora, donde la Titular de este Templo recibía a Nuestra Patrona.
“Como se nota que Lucena quiere a Nuestra Madre, no hay que explicarlo, solo hay que verlo”, así describía en su salutación el Párroco de Santo Domingo de Guzmán, D. Nicolás Rivero lo vivido en este Solemne Traslado.
A Su entrada al Templo de San Pedro Mártir la Virgen Santísima saludó a la nueva Imagen del Santo Juan Pablo II, para posteriormente ser ubicada a la izquierda del Presbiterio.
Concluyó el acto con el rezo de la Salve y el canto del himno de Nuestra Madre, además de un sentido Padrenuestro que entonó Manuel del Pino Jiménez.
Foto: Paseillo