Conferencia “José María Pemán” ofrecida por Jesús Gutiérrez, Antonio Moya y Pedro Guerrero

21 de Mayo del 2016

A las 20:30 horas de ayer 20 de mayo, tenía lugar en la Casa de la Virgen la conferencia “José María Pemán”, a cargo de Jesús Gutiérrez Molero que ofreció la charla titulada “Relación con Lucena y Virgen de Araceli” Antonio Moya Somolinos que presentaba “Vida y obra de José María Pemán” y Pedro Guerrero Pemán, nieto del escritor y que titulaba su exposición “José María Pemán familiar”.
 
 
En su presentación, María del Carmen Ruiz Canela Ramírez, resaltaba los pocos actos que se han celebrado en reconocimiento de José María Pemán, autor del himno de María Stma. de Araceli y que ha supuesto una fuerte influencia en el devenir de los lucentinos. Ruiz Canela presentaba a Jesús Gutiérrez Molero como una persona de grandes valores, generoso y que siente una gran gratitud por todo lo que acontece en Lucena. Igualmente la presentadora destacaba de Somolinos su compromiso cristiano, siendo autor de numerosos libros de historia, política, literatura, filosofía y religión. María del Carmen Ruiz Canela concluía con la presentación de Pedro Guerrero Pemán, describiendo su presencia como un honor para todos los asistentes y lucentinos.
 
 
Jesús Gutiérrez iniciaba su intervención entregando a la Real Archicofradía de María Stma. de Araceli dos cuadros que muestran los retratos de León XIII y San Pío X.
 
Tras el saluda, Jesús Gutiérrez recordaba el legado que los lucentinos han recibido de Pemán, siendo un deber ofrecer un reconocimiento al autor que escribiera el himno de María Stma. de Araceli, llenándolo de contenido musical el ilustre compositor Luis Aramburu.
 
Antonio García Molero invitó a Pemán a conocer Lucena, siendo éste quien probablemente influyera en el escritor gaditano para escribir el himno. Fue en 1948, año en el que se celebraría la coronación de nuestra Patrona, cuando se presentara tan bella composición, haciendo que Pemán quedara definitivamente vinculado a Lucena.
Fue en 1949 cuando Pemán regresara a Lucena para proclamar los llamados Juegos Florales y en 1959, junto a su esposa, cuando regresara a nuestra ciudad para visitar el Real Santuario de María Stma. de Araceli.
 
 
Gutiérrez Molero describió a Pemán como un católico humanista, cuya fe impregnó toda su vida, actuando con coherencia en sus valores. Sin duda, el himno de María Stma. de Araceli goza  del sentido más profundo de la fe y creencia de Pemán, que siempre fue persuadido por la vida eterna. Versos que fueron arrancados  por el amor y devoción a María y su Santísimo Hijo.
 
Antonio Moya Somolinos iniciaba su conferencia presentando a José María Pemán de una forma concreta y personal. Moya describía a Pemán como una persona de gran simpatía y desenvuelta, cualidades que contrarrestaban con el Régimen. Ante todo, Antonio Moya destacaba del escritor gaditano el respeto que profesaba por la libertad de los demás.
Nacido en tiempos de fuertes ideologías, no entendía las diferencias de clase social a pesar de nacer en el seno de una familia de bien. Teniendo fuertes creencias monárquicas, patentes a lo largo de toda su vida.
 
Nacido en Cádiz en 1897, estudió derecho, pero ejerció la abogacía muy pocos años, ya que su verdadera vocación era la poesía, que desde niño escribía y por la que sentía verdadera pasión. Pemán estudió los fundamentos de la poesía a través de textos latinos y griegos. Contaba con una grandísima habilidad para la dialéctica, siendo gran orador y participando activamente en la política durante la dictadura de Primo de Rivera; no perdiendo en ningún momento la objetividad hacía la política en toda su carrera.
 
 
Pemán participaba en medios de comunicación, iniciándose en el periódico “El Debate”, escribió teatro, novela, poesía y ensayos; utilizando la palabra en tiempos de guerra y posguerra como arma.
Vivió un Régimen donde había pocas posibilidades de divergencias, pero sin duda lo que más identificaba a Pemán era su condición de cristiano caval, perteneciendo a la congregación mariana Los Luises, la Adoración Nocturna, la Asociación Católica de Propagandistas, Apostolado de la Oración, Acción Católica y al Opus Dei.
 
Antonio Moya finalizaba su intervención recitando el poema que Permán escribiera a la Eucarstía.
 
Pedro Guerrero Pemán quiso iniciar la conferencia agradeciendo a la Real Archicofradía el acto en honor a su abuelo, siendo de gran importancia para su familia.
 
Guerrero definía a José María Pemán como una buena persona que disfrutó de una bella infancia, en la que sentía adoración por sus padres. Realizó sus estudios en el colegio de San Felipe Neri, donde hizo muchos amigos y pudo demostrar su don para la poesía.
 
Tras abandonar la abogacía Pemán decidió dedicar su vida a la escritura, concretamente a la poesía. Siendo en 1923 cuando escribiera su primer libro, con el que no obtuvo ningún reconocimiento. Fue en 1933 cuando escribiera la obra de teatro “El divino impaciente”, la cual tuvo un gran éxito y fue representada hasta en quinientas ocasiones, marcando un punto de inflexión en la vida profesional del escritor.
 
 
Pedro Guerrero destacaba de su abuelo su facilidad de palabra, disfrutando de las charlas que mantenía con los jóvenes y cualquiera que deseara acercarse a él. Guerrero recordaba las continuas visitas que recibía Pemán de vecinos, amigos, políticos, cantantes, toreros, etc., en su residencia del barrio de San Antonio en Cádiz. Igualmente destacaba la gran amistad que mantenía con la Casa Real, siendo galardonado caballero de la Insigne Orden del Toison de Oro, máximo galardón que otorga la Casa Real.
 
Pemán moría en su residencia gaditana el 19 de julio de 1981, pronunciando como últimas palabras los versos que él mismo escribiera al Cristo de la Buena Muerte.
 
 
El acto concluía con el himno de María Stma. de Araceli cantado por todos los asistentes.
 
 
 
 
 
Foto: paseillo.es

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